Alexandra Mosquera, directora de la Cámara Ecuatoriano Mexicana, habla sobre la relación comercial entre Ecuador y México.
¿Qué hizo que se estancaran las negociaciones para un acuerdo con México en 2020?
En septiembre de 2020 México expresó su preocupación sobre el Art. 422 de la Constitución del Ecuador. Esto se debe a que en los acuerdos comerciales que tiene México con varios países las inversiones están ancladas a la solución de disputas y arbitraje con reglas CIADI y otros foros extranjeros que, al parecer, no eran admitidos por la Constitución ecuatoriana.
¿En qué etapa quedaron las negociaciones?
El Gobierno ha informado que hasta entonces se cerraron 9 mesas de negociación y hubo avances de entre 60% a 90% en otras 12 mesas, quedando pendiente trabajo en Acceso a Mercados, Origen, Propiedad Intelectual, Defensa Comercial e Inversiones; entre otras, que usualmente se cierran al final.
¿En qué medida la visita a México del Presidente puede haber destrabado esos diálogos?
La Declaración Conjunta suscrita por los presidentes de los dos países señala que la firma de un acuerdo comercial más robusto es prioridad y que han dispuesto a los equipos negociadores reactivar el proceso. Ello significaría que los diálogos se retomarán a la brevedad.
¿En qué medida puede Ecuador negociar las asimetrías que ha visto en 22 sectores, cuando el tratado con México deberá estar acordé con las reglas de la Alianza del Pacífico?
Los acuerdos comerciales disponen de mecanismos para que los sectores productivos se vayan ajustando a las nuevas condiciones con plazos de desgravación, cupos, exclusiones. El tema es que Ecuador ha anunciado que el Acuerdo con México sería la puerta para su incorporación a la Alianza del Pacífico (AP), donde ya está desgravado el 92% del universo arancelario; mientras que, el 8% restante se desgravará gradualmente hasta el 2030 en categorías en orden alfabético que van de la A hasta X. Hoy, la desgravación ya está en la categoría H, lo que significa que las subpartidas de televisores, línea blanca, cerámica, autos, partes de motos ya están exentas del pago de aranceles entre los miembros, pues están en la categoría A de la lista de eliminación arancelaria.
¿Podemos negociar una desgravación progresiva en esas partidas?
No. La mayor parte de productos sensibles de Ecuador está en la categoría A y eso ya está desgravado desde 2014. Lo que queda para desgravar en los próximos ocho años son otros productos, algunos agrícolas, y ello dependerá de lo que cada país haya negociado en sus listados. Por ejemplo, el azúcar de la lista de Chile no tienen ninguna preferencia. Si firmamos con México con miras a la AP, lo que el Gobierno ha dicho es que las mismas líneas arancelarias se trasladarán a la AP.
¿Hay plazo suficiente para que los sectores sensibles se adapten?
Ese es el desafío mayor y por eso hay preocupación de varios sectores. Hay que prepararse para hacer encadenamientos productivos para vender, por ejemplo, ya no productos terminados sino partes y piezas. No depende solo del sector privado. Debe haber un compromiso del Estado por incentivar estos sectores con certeza jurídica, créditos, etc.
¿Los empresarios ecuatorianos están siendo parte de los diálogos?
En 2019 se dieron reuniones de los sectores productivos con el equipo negociador para exponer sus particularidades, lo cual se debe retomar con el reinicio de la negociación; y el Cuarto Adjunto con un espíritu de consulta, donde el sector empresarial aporte técnicamente.