Algunas partidas del sector textil son sensibles dentro de la negociación comercial que arranca con México. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Ecuador y México realizarán este martes 28 de enero del 2020, en Quito, la primera ronda de negociación para alcanzar un acuerdo comercial. El encuentro se extenderá hasta el jueves 30 de enero, informó el viceministro de Comercio Exterior, Diego Caicedo.
El diálogo incluirá otras tres citas que se intercalarán entre Quito y Ciudad de México. De llegar a un acuerdo, los dos países podrán comerciar bienes y servicios sin pagar aranceles, además de mejorar el clima para atraer inversiones mutuas.
Esta semana se instalarán seis mesas, en medio de pedidos de sectores productivos ecuatorianos de impulsar una agenda de competitividad que permita al país estar listo para la apertura con la nación norteamericana.
La delegación mexicana ya está en el país para asistir a la cita que será en el Swissotel de la capital. En el encuentro también se instalará un cuarto adjunto donde participa el sector privado para evaluar los avances de la negociación.
La relación comercial con ese país ha sido históricamente asimétrica. Entre enero y noviembre del 2019, las ventas de productos no petroleros de México hacia Ecuador fueron de USD 647 millones; esto es, casi cinco veces lo que Ecuador envió al mercado mexicano. Los principales productos que importa Ecuador de ese mercado son bienes manufacturados, como vehículos y medicinas.
El país, en cambio, se concentra en vender insumos tradicionales del sector agrícola, como el cacao, que representó el 54% de todo lo que se exportó a México el año pasado.
Ecuador necesita un acuerdo comercial con el país norteamericano para ser aceptado como miembro de la Alianza del Pacífico, un bloque conformado también por Colombia, Perú y Chile.
Roberto Aspiazu, vicepresidente de la Cámara Binacional de Comercio Ecuador-México, explicó que el sector empresarial aplaude la iniciativa de que Ecuador busque ingresar a este bloque económico.
“Es una gran oportunidad para los productos de nicho y de los productos agrícolas del país, por el tamaño del mercado mexicano: es un país con 120 millones de habitantes”.
Uno de los beneficios es que se podrá exportar con más facilidad a los mercados de la zona del Asia Pacífico, gracias a que el país será parte de la Alianza, comentó Caicedo.
Para Gerardo Tajonar, presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (Anierm), Ecuador tendrá la oportunidad de ganar mercado en productos agrícolas que se producen solo en ciertas temporadas en México, como el mango.
Además, Tajonar destaca que los empresarios mexicanos estarían interesados en invertir en los sectores turístico, de alimentos y automotor de Ecuador. “En el sector automotor puede haber interés de inversión en su país, puede ser una plataforma logística para llegar con vehículos hacia esa región de Sudamérica. En el sector pesquero puede haber una simbiosis entre productores para mejorar procesos”.
Según datos del Banco Central del Ecuador (BCE), la inversión extranjera directa de México en Ecuador llegó a USD 62 millones en el 2018; esto es, el 9% de la inversión de América, sin incluir a EE.UU.
David López, jefe técnico de la Cámara de Comercio de Quito, destacó que en los últimos años México se ha consolidado como uno de los países que más invierten en el país.
Sin embargo, López mencionó que hay temas que podrían generar dudas entre los inversionistas y que deberían solucionarse, entre ellos, la existencia del impuesto a la salida de divisas (ISD), la falta de un nuevo tratado bilateral de inversiones (TBI) y el impuesto a la renta, que resulta más alto porque grava los dividendos a inversionistas extranjeros.
El sector empresarial también está preocupado por los rubros sensibles, es decir aquellos que podrían tener dificultades para competir con productos de un país con mayores capacidades, y que entrarían con un precio más bajo gracias a la eliminación de aranceles. Estos son, el automotriz, metalmecánico, línea blanca, calzado y textiles.
El Gobierno indicó que en la negociación centrará sus esfuerzos en lograr períodos más largos de desgravación arancelaria para los productos mexicanos de estos rubros, de cinco, siete, 10 años o más.