La muerte de Daniel Trujillo de 33 años, quien laboraba como agente del Departamento del Sheriff de Denver, en Estados Unidos, se ha convertido en el segundo deceso ocasionado por las complicaciones relacionadas con el covid-19, dentro de esa institución de Colorado. El primero fue el uniformado James Herrera, de 51 años.
El fallecimiento se produjo a fines de mayo del 2021, pero la noticia ha sido difundida a inicios de junio por medios de la localidad debido a la postura que tuvo el uniformado frente a la pandemia. La oficina del Sheriff publicó en su cuenta de Twitter una nota de condolencias: “Con gran tristeza anunciamos que el Sheriff de Denver Daniel ‘Duke’ falleció anoche por complicaciones de covid-19. Les pedimos que oren por su familia y respeten su privacidad durante este difícil momento”.
De acuerdo con el reporte del medio The Daily Mail, el agente solía compartir publicaciones en sus redes sociales en la que mostraba su desacuerdo con el uso de mascarillas, las medidas de bioseguridad sugeridas por los especialistas y las vacunas contra el covid-19.
El pasado mes de julio de 2020, según publica diario Clarín de Argentina, habría escrito en su cuenta de Instagram: “Antes de que me avergüences en público por no tener una mascarilla, hazte una simple pregunta (…) ¿Esta mascarilla detendría un puñetazo?”.
En cambio, en el mes de abril de 2021, cambió su foto de perfil de Facebook por una que incluía un marco con la leyenda: “No me importa si te has vacunado”.
Mensajes similares colocó en su cuenta de TikTok, en donde se refería a la vacuna anti covid el pasado el 26 de abril: “Me la pondré luego, después de que a todos ustedes les empiecen a crecer apéndices en la frente”.
Semanas antes de su muerte, Trujillo volvió a cambiar el marco que compaña la foto de perfil, por uno con la frase: “Tengo un sistema inmunológico”.
Según reportes del medio The Daily Mail, si bien los oficiales han podido vacunarse desde enero de 2021, no están obligados a hacerlo, ni tampoco se ha llevado un control de las vacunas inoculadas.
“Las vacunas eran una opción personal de cada uno”, explicó Diana Serna, vocera del departamento, al diario estadounidense.