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Padre de Turquía no suelta a su hija muerta entre los escombros del terremoto

Varias personas esperan sacar los cuerpos de los escombros. Foto: Internet

Entre los escombros de las miles de estructuras que se desplomaron por el terremoto en Turquía hay cientos de historias. Mesut Hancer es el protagonista de una de estas historias. Él no ha soltado la mano de su hija muerta, Irmak, de 15 años.

El cadáver de la adolescente quedó entre los escombros de dos lozas, en la ciudad turca de Kahramanmaras, lugar que fue afectado por uno de lo dos terremotos. Hasta este martes 7 de febrero de 2023 se han contabilizado más de 7 000 muertos entre Turquía y Siria. Los heridos sobre pasan los 12 000 y los desaparecidos son más de 2 000.

La ciudad de Kahramanmaras fue el epicentro del primer sismo devastador (7,8 grados) que sacudió el lunes el sur y el sureste de Turquía.

Terremoto deja miles de historias de dolor

Otra de las historias es la de Ali Sagiroglu, quien llevaba dos días esperando ver a su hermano y a su sobrino, atrapados entre los escombros de su edificio.

Los ocho edificios de la urbanización Ebrar, en el centro de la ciudad, se derrumbaron sobre sí mismos. Eran las 04:00, todos dormían y nadie logró salir. Tras 24 horas después del terremoto una ventisca mezclada con lluvia envolvió a los supervivientes en un frío húmedo.

“Al principio se oían voces de personas pediendo ayuda entre los escombros, pero se han callado. Probablemente la gente murió congelada”, dijo un hombre de unos 40 años.

Pedidos pese a la ayuda

El ministro del Interior, Suleyman Soylu, visitó Kahramanmaras y aseguró que se habían desplegado 2 000 socorristas en las zonas siniestradas.

Onur Kayai, de 40 años, camina frente a su edificio en ruinas; quien pedía ayuda para su madre y su hermano. “He movido tres piedras sobre la cabeza de mi hermano, pero es demasiado duro”, cuenta.

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