El asesor científico del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) Wilfried Strauch se refiere al temblor registrado en Managua, después de activarse la falla geológica de Tiscapa. Foto: Mario López/ EFE
Al menos ocho sismos de baja intensidad pero superficiales estremecieron hoy 28 de julio la capital de Nicaragua, donde el Gobierno decretó alerta preventiva y ordenó cerrar las escuelas, colegios y universidades.
Según el último reporte divulgado por la primera dama y portavoz oficial, Rosario Murillo, en horas de la tarde local ocurrieron cuatro temblores de magnitud 2,7, 3 y 4,1 en una céntrica zona de Managua, todos a menos de nueve kilómetros de profundidad.
La situación obligó a desalojar de urgencia las tiendas ubicadas en el centro comercial Metrocentro, así como hoteles, restaurantes y otros negocios de la zona, incluyendo el populoso mercado Roberto Huembes, en la zona sureste de la ciudad.
Previamente, el presidente Daniel Ortega había ordenado la suspensión de las clases en todos los niveles de educación debido a los cinco sismos que sacudieron la capital, con intervalos de media hora.
Murillo dijo que el Mandatario podría considerar “no abrir las escuelas ni los colegios el día de mañana (29 de julio) de continuar estos episodios sísmicos“. “Hasta el momento su consideración es que no se deben reanudar las clases el miércoles y creo que esa va a ser su decisión”, agregó.
Según los expertos, el “enjambre sísmico” fue provocado por un movimiento en la falla Tiscapa, responsable de un violento terremoto que destruyó la capital en 1972.
En abril de 2014 Managua fue estremecida por dos terremotos de magnitud 6,2 y 6,6 en la escala de Richter y una serie de réplicas, con epicentro en el lago Xolotlán, que dejaron daños materiales en varias viviendas, escuelas e iglesias.
Debido a que el “enjambre sísmico” de este martes 28 de julio se localizó a una profundidad de entre 4,5 y siete kilómetros, los expertos no descartan una posible reactivación de la falla de Tiscapa.
La falla de Tiscapa tiene unos cinco kilómetros de longitud, atraviesa el cráter de la laguna y puede generar terremotos de magnitud superior a 6,5 en la escala de Richter, “suficientes para destruir una ciudad mal diseñada”, dijo al canal 15 de televisión el geólogo Eduardo Mayorga.