Marcha por muerte de Nisman divide a la Justicia argentina

Personas reclaman el esclarecimiento de la muerte del fiscal Alberto Nisman, el 4 de febrero de 2015. Foto: EFE

La Justicia argentina se encuentra dividida por la conveniencia de participar o no en la marcha de silencio convocada para el miércoles, cuando se cumple un mes de la muerte por un disparo en la cabeza del fiscal del caso AMIA Alberto Nisman, que estaba investigando a la presidenta argentina.
La movilización, convocada por un grupo de fiscales y a la que se sumaron dirigentes políticos opositores, saldrá desde el Congreso argentino y recorrerá más de un kilómetro hasta las oficinas que ocupaba Nisman, situadas justo frente a la histórica Plaza de Mayo y a metros de la Casa Rosada, la sede del gobierno nacional.
"No voy a la marcha porque los fiscales son parte de un poder que tiene que dar respuestas en lugar de hacer reclamos. Es una marcha política", consideró el fiscal Javier De Luca, integrante de la Cámara Federal de Casación Penal y miembro de la agrupación 'Justicia Legítima', cercana al kirchnerismo.
De Luca, en una entrevista publicada hoy 15 de febrero en el diario La Nación, dijo que la movilización cuenta con la promoción de "los medios de comunicación capitalistas (que) se aprovechan (de la convocatoria) porque les conviene vender más noticias".
La opinión de De Luca coincide con las expresadas en los últimos días por funcionarios de gobierno y hasta la propia presidenta, que en un discurso pronunciado el miércoles deslizó una crítica a la manifestación y, especialmente, a su carácter silencioso.
"No comparto ninguna de esas opiniones. El único sentido que tiene la marcha -lo decimos hasta el hartazgo- es homenajear a un colega muerto. Hacerlo en silencio es la manera de expresar respeto, recordación, consternación, afecto hacia su familia", explicó el fiscal Guillermo Marijuán, uno de los que se adhirió desde el principio a la convocatoria.
Pese al carácter de recuerdo que los colegas de Nisman buscan darle a la marcha, el ex ministro de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni consideró que el miércoles se verá en el centro de Buenos Aires "una manifestación opositora" al kirchnerismo.
En un sentido similar, el ex fiscal fiscal general de la Corte Penal Internacional Luis Moreno Ocampo también cuestionó el propósito de la movilización, especialmente el lugar elegido para su culminación: frente a la Casa de Gobierno. "Es una marcha común de todos, pero el tema es adónde marchamos", señaló.
Pese a las críticas recibidas desde el gobierno y de miembros del Poder Judicial, los fiscales que convocaron la manifestación ratificaron su decisión y establecieron un desafío a la procuradora general, Alejandra Gils Carbó, al decir que no le pedirán permiso para dar su homenaje a Nisman.
Según publicó hoy el diario Perfil, los organizadores esperan que al menos 400 000 personas participen en la manifestación, a la que también asistirán familiares de Nisman. "Las adhesiones que nos llegan son muchísimas", indicó el fiscal general ante la Cámara de Apelaciones en lo Criminal, Ricardo Sáenz, y agregó que el motivo de la convocatoria es dar "un homenaje a Nisman para compensar el que el Estado no le rindió".
Nisman fue hallado muerto el domingo 18 de enero en su departamento del barrio de Puerto Madero, en Buenos Aires. Cuatro días antes había presentado una denuncia contra la presidenta argentina y otros funcionarios por presunto encubrimiento de los siete ciudadanos iraníes acusados de participar en el atentado terrorista a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), cometido el 18 de julio de 1994 y que dejó 85 muertos. El fiscal tenía previsto presentarse al día siguiente en el Congreso para explicar los alcances de su presentación.