La diplomacia británica aclaró que no impide la salida de Assange a un chequeo médico, pero que cuando el hacker salga de la Embajada ecuatoriana en Londres, será arrestado por la orden de extradición a Suecia. Foto: EFE
El Gobierno británico “de ninguna manera buscaría impedir” que Julian Assange, asilado en la Embajada de Ecuador en Londres, reciba atención médica en un hospital, dijo hoy 15 de octubre del 2015 un portavoz del Ministerio de Exteriores, en respuesta a la petición de Quito de un salvoconducto para el fundador de WikiLeaks.
“No hay ninguna duda de que las autoridades británicas de ninguna manera buscarían impedir que el señor Assange reciba cuidados o asesoramiento médico. Se lo hemos aclarado al Gobierno de Ecuador”, apuntó hoy un portavoz del Foreign Office.
La declaración alude a la reciente petición hecha por Quito al Ejecutivo de Londres de un salvoconducto humanitario para que el fundador de WikiLeaks pueda acudir a una clínica de la capital británica a realizarse un examen médico con relación a una dolencia en el hombro derecho.
Según explicó el ministro ecuatoriano de Exteriores, Ricardo Patiño, Assange sufre una dolencia en el hombro derecho y el médico que le revisa le ha recomendado que se someta a una resonancia magnética para poder obtener un diagnóstico preciso.
Para ello, tendría que salir de la legación de Ecuador, y automáticamente sería arrestado por la policía británica en virtud de una orden de extradición cursada por Suecia, país que le quiere interrogar por presuntos delitos sexuales cometidos en 2010 -de los que no ha sido acusado-.
No obstante, el periodista australiano, refugiado en la Embajada ecuatoriana desde el 19 de junio de 2012, teme que una vez allí se le entregue eventualmente a EE.UU., donde se le investiga por la difusión en 2010 de miles de cables confidenciales del Gobierno estadounidense.
Según Ecuador, tras haber solicitado ese salvoconducto para que el exhacker pueda acudir a un hospital, Londres no ha emitido una “respuesta positiva”.
En una rueda de prensa en Quito, Patiño dijo que Londres respondió que “el señor Assange puede salir de la Embajada en cualquier momento por cualquier asistencia médica que pudiera necesitar, pero la orden europea de detención se mantiene”.
Detenido en Londres el 7 de diciembre de 2010 a petición de Suecia, Assange, que pasó un tiempo bajo arresto domiciliario en casa de un amigo inglés, se asiló en la Embajada ecuatoriana tras perder su batalla legal en el Reino Unido, cuyos tribunales fallaron a favor de su entrega a las autoridades suecas.
Aunque Ecuador concedió asilo político al periodista, Londres se ha negado a facilitarle un salvoconducto de salida del país, pues sostiene que está obligado por ley a extraditarle a Suecia.