Italia seguirá impidiendo la exportación de vacunas si se necesitan en la UE

Italia prohibió exportar vacunas contra el covid-19 a Australia, tras notificar la decisión a la Unión Europea. Foto: EFE

Italia prohibió exportar vacunas contra el covid-19 a Australia, tras notificar la decisión a la Unión Europea. Foto: EFE

Italia prohibió exportar vacunas contra el covid-19 a Australia, tras notificar la decisión a la Unión Europea. Foto: EFE

Italia seguirá impidiendo la exportación de vacunas contra el coronavirus desde la Unión Europea (UE) a otros países mientras sigan siendo necesarias en el continente, afirmó hoy su ministro de Exteriores, Luigi Di Maio.

"Si sigue habiendo estos retrasos (de suministro de vacuna por parte de las farmacéuticas) es justo que los países de la UE bloqueen su exportación a países que no son vulnerables", apuntó Di Maio tras reunirse en Roma con su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian.

Italia, de acuerdo con la Comisión Europea, ha bloqueado el envío a Australia de 250.000 dosis de la vacuna de AstraZeneca alegando que son necesarias en Europa debido a la escasez de los compuestos y los retrasos "inaceptables" de las casas farmacéuticas.

Di Maio explicó que esta "no es una acción hostil" con Australia, sino que su Ministerio tomó esa decisión al no considerarlo un país vulnerable o con datos alarmantes de coronavirus.

El jefe de la diplomacia italiana se mostró más comprensivo con los países pobres que puedan requerir el compuesto de Europa. "Solidaridad máxima con los países en vías de desarrollo", dijo.

Pero, por otro lado, pidió que la UE exija a las farmacéuticas el respeto de los contratos firmados.

Sobre todo a la luz de la situación actual, con el avance de la conocida como cepa inglesa de covid-19, que se propaga más rápidamente y ya es la predominante en Italia, y con los contagios al alza.

Di Maio subrayó que Italia se limitó a recurrir al mecanismo que la Comisión Europea aprobó en enero tras la polémica con la farmacéutica AstraZeneca por la reducción de los lotes que entregaría en el primer trimestre del año, menos de la mitad de lo pactado con Bruselas.

Las autoridades comunitarias sospecharon que AstraZeneca estaba vendiendo a Reino Unido vacunas que correspondían a los países de la UE, algo rechazado por el laboratorio.

La medida obliga a las farmacéuticas a avisar con antelación a las autoridades nacionales sobre cuántas dosis fabricadas en territorio comunitario quieren exportar a terceros países y las naciones deben decidir en 48 horas si permiten o no la venta, aunque deben consultar previamente a la Comisión Europea.

Las dosis se pueden bloquear si se considera que la cantidad de que se quiere exportar es tan elevada que pone en riesgo el suministro de vacunas a la UE.

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