Tres hermanos de entre ocho y doce años fueron hallados el 9 de septiembre del 2015 muertos a puñaladas en el asiento trasero de un automóvil frente a una escuela en Los Ángeles.
El jefe de la policía de la metrópolis californiana, Charlie Beck, habló de una “horrible escena”. En el coche también se encontraba un hombre que fue trasladado al hospital con heridas de arma blanca, indicó Beck.
Según la emisora KTLA, se trata del padre de los niños y es sospechoso de su asesinato. No se dieron detalles sobre el posible motivo.