Los trabajadores cavan tumbas comunes para enterrar a las víctimas de covid-19 en el cementerio general de Cochabamba, Bolivia, el 2 de julio de 2020. Foto: AFP
El cementerio público de Cochabamba, centro de Bolivia, ampliaba su capacidad a todo vapor este jueves 2 de julio de 2020 tras quejas de funerarias sobre la acumulación de cadáveres de muertos por covid-19 en casas y morgues, ante la imposibilidad de enterrarlos.
Máquinas retroexcavadoras realizaban perforaciones en el cementerio general de Cochabamba para habilitar más tumbas, mientras el único crematorio de la ciudad estaba saturado.
“Hemos habilitado 250 espacios para que podamos tener cobertura y para la próxima semana tendremos 500 espacios más” entre tumbas bajo tierra y nichos sobre la superficie, señaló el secretario de Gobernabilidad de la alcaldía, Edwin Paredes.
Fosas de unos 40 metros de largo y más de uno de ancho se utilizarán “para las personas indigentes”, dijo el funcionario, asegurando que se trata de una vieja práctica en ese cementerio.
Funerarias de Cochabamba se habían quejado de que el crematorio municipal estaba saturado y el cementerio no tenía más espacio, por lo que decenas de cuerpos permanecían en sus casas.
“En domicilios hay más de 40 cuerpos esperando fecha de cremación”, afirmó Carlos Orellana, presidente de la Asociación Privada de Funerarias de Cochabamba, ciudad de unos 710.000 habitantes.
Por su parte, el director del Servicio Regional de Salud, Yecid Mamani, señaló que “lamentablemente el cementerio general se ha visto saturado, no sólo por el tema de pacientes covid-19, sino también de otras patologías”.
“Muchos fallecidos aún se encuentran en los domicilios, igual que en los hospitales”, agregó.
Paredes precisó que con los nuevos espacios que se habilitan debería superarse el problema.
Acotó que se realizan gestiones para abrir “cementerios covid”, ante la eventualidad de una expansión de fallecidos por la pandemia.
Cochabamba es la tercera región más castigada por coronavirus, después de Santa Cruz (este) y Beni (noreste) . Acumula hasta la fecha 3 744 contagiados de un total nacional de 34 227 y 221 muertos de 1 201.
Elecciones con pandemia
Las reclamos de cementerios y crematorios saturados y de funerarias desbordadas han sido recurrentes en varias ciudades de Bolivia, así como las quejas de los gremios médicos por más recursos para enfrentar la pandemia.
El coronavirus se extiende en Bolivia mientras se acerca las elecciones generales, convocadas para 6 de septiembre.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) prepara normativas de seguridad para la votación, pero su presidente, Salvador Romero, dijo que “una parte de la responsabilidad la asume el organismo electoral (…) y la otra le corresponde a la ciudadanía”.
El Ministerio de Salud estima que a comienzos de septiembre puede haber unos 130 000 contagiados en el país.
Mientras, el gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez fue denunciado ante el TSE por el partido del exmandatario y candidato centrista Carlos Mesa por usar supuestamente recursos públicos en la promoción de su imagen, “bajo el disfraz” de campaña contra el coronavirus.
Áñez figura tercera en la intención de voto, según una última encuesta de marzo, con el 16,9%, debajo del economista Luis Arce, el delfín del expresidente Evo Morales, con 33,3%, y Mesa con 18,3%.
La mandataria sufrió la baja temporal de su más estrecho colaborador, el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, quien contrajo coronavirus, pero se encuentra estable y aislado, bajo tratamiento.