Esta fotografía tomada el 27 de junio de 2019 muestra un avión Boeing 777 de Sky Team-Air France estacionado en la pista del aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle, al norte de París. Foto: AFP
El gigante estadounidense Boeing anunció el miércoles 3 de julio del 2019 que pagará USD 100 millones a las comunidades y familias de las víctimas de dos accidentes de su avión 737 MAX, en los que murieron 346 personas.
“Estos fondos ayudarán a financiar la educación, los gastos diarios y las dificultades de las familias de las víctimas” y también “el desarrollo económico en las comunidades afectadas”, dijo la empresa en un comunicado.
El constructor, ampliamente criticado por su manejo de las dos tragedias, describió la suma como una “inversión inicial” que se pagará a lo largo de “varios años”.
Boeing enfrenta numerosas demandas judiciales presentadas por las familias de las víctimas, algunas de las cuales han comparecido en conferencias de prensa o durante audiencias en el Congreso que investigaban los desastres.
La cifra de USD 100 millones es menor al precio de lista de varios de los principales aviones 737 MAX. Boeing dijo que también igualaría las donaciones de los empleados a las familias y comunidades afectadas por los accidentes.
“En Boeing lamentamos la trágica pérdida de vidas en estos dos accidentes y estas vidas perdidas seguirán pesando en nuestros corazones y en nuestras mentes durante los próximos años”, dijo el presidente ejecutivo de la firma, Dennis Muilenburg, en un comunicado a los medios.
“Las familias y los seres queridos de los que iban a bordo tienen nuestras más sinceras condolencias y esperamos que este compromiso inicial pueda ayudarlos a sentirse cómodos”.
Boeing hizo referencia a “múltiples juicios” en una presentación de valores de abril, diciendo que también estaba cooperando con varias investigaciones regulatorias.
“No podemos estimar razonablemente un rango de pérdidas, si las hay, que puedan haber dado el estado actual de estas demandas e investigaciones”, dijo la compañía en ese documento.
El 10 de marzo, un avión 737 MAX operado por Ethiopian Airlines cayó matando a sus 157 ocupantes. Fue el segundo accidente de un modelo similar en cinco meses, después del de Lion Air, con 189 muertos el 29 de octubre.