La presidenta Michelle Bachelet habla con una mujer el lunes 26 de diciembre de 2016, en Quellón (Chile). Bachelet destacó hoy la capacidad de respuesta y la organización de los habitantes del archipiélago de Chiloé para enfrentar la emergencia generada por el terremoto de 7,6 grados que afectó a cinco regiones del sur de Chile. Foto: EFE
“Está absoluta y totalmente descartado continuar en la política chilena, desde el punto de vista de cargos de representación. Ya es suficiente”, declaró la presidenta Michelle Bachelet a la edición de hoy del diario “La Tercera”.
La mandataria, quien dejará la Presidencia en marzo del 2018, lamentó que persista en Chile una “estructura sexista y machista”, aunque indicó que existen avances.
“Yo veía un estudio del PNUD: decía que hace una década, el 38 por ciento de los chilenos manifestaba que solo los hombres podían ser mejores líderes que las mujeres. Y este año se hizo la misma pregunta, y el 80 por ciento estuvo en desacuerdo con esa afirmación”, explicó la mandataria, que fue la primera encargada de ONU Mujeres.
“Chile es un país curioso. Cuando llegué el 2014, teníamos una presidenta del Senado, Isabel Allende; una presidenta de la CUT (trabajadores), Bárbara Figueroa; las presidentas de la Feuc y de la Fech (estudiantes) eran mujeres. Entonces, yo siempre cuando salgo afuera digo, en broma: ustedes dirán que Chile es el paraíso para las mujeres. Y no, lo que demuestra que los cambios culturales demoran más”, explicó.
“Está bien tener mujeres en lugares importantes, pero eso no significa que de manera automática se generen los cambios culturales que permitan que mucho de esta estructura sexista y machista que existe en la sociedad chilena pueda cambiar.
Hemos avanzado, pero todavía falta más”, subrayó Bachelet agregando que “es hora de abrir más espacios” a las mujeres. La mandataria chilena descartó, empero, que las dificultades de su gobierno para impulsar diversas reformas sean producto de su condición de mujer.
“Aquí hay un proyecto de gobierno que no todos comparten. (…) Yo no digo que todo es porque yo soy mujer, no, pero sí creo que hay algún tipo de comentarios que sí tienen que ver con ese componente”, indicó. “El tema de la igualdad de derechos y de oportunidades de las mujeres es antiguo. Ha habido movimientos muy importantes que han estado detrás de buscar que las mujeres puedan ser ciudadanas de primera categoría y no de segunda categoría.
Es evidente que cuando esto se une con hechos que destacan en un contexto de medios y redes muy activas, toma más altitud en el debate, en términos de masificación. Sin embargo, a mí no me parece que esto sea todavía suficientemente analizado, debatido, discutido en la mesa de comedor o al desayuno en las familias”, concluyó.