Lenguaje corporal para el amor

Según los expertos, nuestro lenguaje no verbal comunica alrededor de un 50% de lo que realmente queremos decir (el tono de la voz contribuye con un 38%) mientas que las palabras,  por sí solas, contribuyen con tan solo un 7%. No podía ser de otra manera, al fin y al cabo nuestros cuerpos envían mensajes constantemente y a menudo no logramos reconocer que estamos comunicando mucho más de lo que pensamos.

 Las sonrisas cálidas transmiten confianza, alegría, pero no exageres. Sonreír demasiado puede convertir el gesto en mueca y  sugerir  fingimiento.Nuestra comprensión y uso de clave no verbales a través de expresiones faciales no son familiares desde nuestro nacimiento. Por ello, si nos familiarizamos con unas pocas señales básicas no verbales, lograremos mejorar nuestra habilidad para comprender lo que los demás están realmente tratando de comunicar y darnos cuenta de qué es lo que nosotros estamos diciendo al mundo a través del silencio hablado.

La posición del cuerpo, los movimientos nos dicen en detalle  lo que se quiere comunicar, pero la mayoría de las veces, se lee exactamente lo opuesto a lo que están intentando decirnos. Muchas personas no se dan cuenta de lo  expresivos que son para comunicarse de manera corporal.

Nuestro uso y lectura del lenguaje corporal es en gran medida inconsciente. Comprendemos lo que una personas nos indica con sus gestos y las posiciones de su cuerpo y enviamos nuestros propios mensajes, pero pocas veces nos detenemos a pensar cómo lo hacemos.

A menudo, cuando una persona es considerada como poseedora de una gran intuición  con relación a la gente, su comprensión se debe a una cuidadosa observación de los individuos y un conocimiento consciente o inconsciente de la comunicación no verbal. Estas personas pueden ver e interpretar el lenguaje verbal y no verbal gracias a un entrenamiento de años de observación y análisis de la gente.

Por lo tanto, si aprendes a ‘leer’ este lenguaje, poseerás algunas ventajas:

LOS OJOS
 
Una persona que mira a los ojos de otra es segura, madura y sincera. Sus ojos y su mirada pueden decir tanto, porque ellos expresan prácticamente todas las emociones: alegría, tristeza, dolor, tensión, preocupación, respeto, etc. Es importante evitar parpadear constantemente, ya que denota vacilación e inseguridad.
 
LA BOCA

No te muerdas los labios ni te los humedezcas con la lengua pues son muestras de timidez, inseguridad, y titubeo y no de coquetería como se suele pensar. Mantén la boca cerrada, los labios unidos mientras escuchas. Esto denota calma y seguridad en uno mismo. En cambio, si tu boca está abierta, sugieres nerviosismo, prisa, asombro o sorpresa. La sonrisa suave delata gusto por la persona a la que se la brinda.

MANOS

Su movimiento complementará tus palabras y dará mayor fuerza a tu conversación. No las utilices inútilmente. Tampoco las uses violentamente, palmoteando o pasándoselas casi en el rostro a la otra persona, eso la intimidará y hasta la asustará. Mantenlas a la vista. Ocultarlas debajo de tu cuerpo, bolso o saco sugiere timidez, falsedad o temor.

Tenga presente que si la persona está jugando o acariciando un objeto alargado, desea profundizar la relación, está interesado en ti. No hables o escuches con las manos metidas dentro de los bolsillos porque eso denota indiferencia y mala educación.

El espacio íntimo de una persona (es el más próximo a su cuerpo) no debe ser invadido. Puedes utilizar una sutil inclinación hacia la persona que te atrae y prestar atención. Si  se acerca, entonces, también está interesada en ti.

EL CUERPO

La actitud física demuestra lo que el alma está sintiendo. Si alguien finge interés en una conversación, la otra persona se dará cuenta muy fácilmente por sus gestos y ademanes.

Moverse nerviosamente o levantarse, cruzar y descruzar las piernas, moverse en el asiento o mirar constantemente el reloj demuestra aburrimiento y es una gran falta de respeto. 

Es necesario sentarse tranquilamente  y escuchar repartiendo el peso del cuerpo para no cansarse mientras dura la conversación.

Si se mantiene siempre una posición apropiada, sin movimientos constantes y abruptos, se indicará tranquilidad, seguridad y sentido común. De lo contrario se mostrará un comportamiento  errático o irresponsable.

Si te sientas en el borde de la silla, es indicativo que deseas irte tan pronto como sea posible. 
Nunca balancees una de las piernas: indica nerviosismo, temor, inseguridad o impaciencia.

Mientras hablas no mires a  todo lado ni a la vestimenta o el peinado de la otra. Mantén el contacto ocular, pero sin fijar en exceso la mirada: eso lo hacen los locos.

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