Las recientes emisiones del volcán Cotopaxi han expulsado vapor de agua, gases y ceniza que se dispersan con el viento. Pero hay polvo volcánico que se queda sobre el glaciar, que pudiera causar alteraciones sobre el mismo.
Aunque la ceniza de por sí sola no representa un peligro por su peso, si cubre una buena parte del glaciar, lo que provocaría una alteración de su albedo.
¿Qué significa eso?
Se trata de la forma como un cuerpo –en este caso el glaciar- absorbe y refleja la energía solar. Así lo explica el vulcanólogo del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, Benjamín Bernard.
El volcán Cotopaxi es también un nevado cubierto en su parte superior de glaciares y nieve que reflejan la luz solar, por su color claro. “Al no poder reflejar toda la luz de antes, eso puede provocar derretimiento de la parte superior de la nieve, porque acumula y absorbe más calor”, indica Bernard.
Con una gruesa capa de ceniza, la nieve podría derretirse más rápido pero sin afectar aún a las capas internas de hielo. Y esa nieve derretida si podría ocasionar lahares secundarios pero que apenas quedarían en las partes altas y superficiales de las quebradas del volcán.
Expulsiones fuertes afectarían al glaciar
El casquete glaciar que cubre casi toda la cumbre del volcán Cotopaxi solo podría verse severamente afectado por material piroclástico que salga del cráter con explosiones fuertes. Algo que ya sucedió en el 2015.
Ese año, el volcán Cotopaxi empezó con un fuerte proceso eruptivo y con emisiones de carga moderada y alta de ceniza que hasta superaron los ocho kilómetros de altura.
Hasta ese entonces, estudios realizados por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) determinaron que el glaciar del volcán tenía una extensión de casi 11,56 km2. Y cinco años después bajó a 10,3 km.
Bernard recuerda que glaciares como los del Cotopaxi están formados por capas muy gruesas de hielo, que se consolidan por nevadas continuas con el paso de los años.
Y esa dura estructura se rompería siempre que sobre ella caiga material volcánico a altas temperaturas y con explosiones, tal y como pasó en el 2015. “La ceniza sobre el volcán no está caliente, ya está fría, y no es lo mismo que corrientes piroclásticas que son muy calientes y sí van a derretir el glaciar”.
La actividad moderada se mantiene
La actividad interna y superficial del volcán Cotopaxi se mantiene en moderada con emisiones continuas de vapor de agua y ceniza, principalmente.
En la última semana se han registrado emisiones de ceniza que han alcanzado hasta los 2 000 kilómetros sobre el cráter del volcán.
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