Quema de objetos en el centro de Barcelona tras la manifestación convocada por los CDR bajo el lema “Olimpiada Republicana” para expresar su rechazo a la sentencia del procés el 17 de octubre del 2019. Foto: EFE
Barcelona vivió este jueves 17 de octubre del 2019 su cuarta jornada de movilización independentista contra la condena a nueve de sus líderes, con manifestaciones pacíficas y algunos incidentes de menor magnitud que en las tres noches anteriores.
Las protestas continuaron este jueves en vísperas de una jornada de “huelga general” en Cataluña, que en Barcelona coincidirá con la llegada de cinco marchas procedentes de otras tantas ciudades de esta región española.
La jornada comenzó con una marcha de estudiantes en huelga, unos 25 000 según la policía municipal barcelonesa. Por la tarde hubo una concentración de ambiente festivo, con unos 13.000 participantes, a la que acudieron jóvenes que pasaron el rato jugando a la pelota o a las cartas.
Sin embargo, al acabar ésta apareció un grupo de radicales que levantaron barricadas en las calles con contenedores de basura, y le prendieron fuego a algunas de ellas.
Las protestas forman parte de la “desobediencia civil” desatada después de que el lunes, el Tribunal Supremo español impusiera a nueve dirigentes independentistas penas de hasta 13 años de cárcel, por su implicación en la tentativa de secesión en 2017.
“Puede haber antisistemas o gente harta de ver que todo es puertas cerradas, unos jóvenes que se contagian y se dejan llevar, pero los catalanes no quieren ir por esta vía de la violencia”, comentó Julio Martínez, un prejubilado de 63 años que fue a protestar con su hijo Daniel.
“Todos sabemos que esto no puede aguantar mucho más porque la gente no puede seguir faltando a clase o al trabajo. Pero de momento aquí seguimos”, añadió Roger Vilaclara, un estudiante de 22 años.
La movilización tendrá su punto culminante el viernes, con la llegada a Barcelona de las cinco marchas y la huelga general prevista.
En ese sentido, la Confederación Española de Transporte de Mercancías recomendó a las empresas del sector “que adelanten los envíos” en la región “en la medida de lo posible y busquen alternativas de recorrido”, ante las previsibles “dificultades para acceder a los centro de carga y descarga”.
Asimismo, la fábrica de coches de SEAT en la localidad de Martorell cerró este jueves de tarde y permanecerá cerrada el viernes, anunció la empresa.
Cautela del gobierno
Pese a los nuevos incidentes, la magnitud de los altercados este jueves fue menor a la del miércoles, cuando algunos manifestantes con la cara cubierta lanzaron cócteles molotov y ácido a la policía, o el martes, cuando se vieron las primeras barricadas ardiendo en las calles del centro de Barcelona.
Ante este panorama, el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, envió refuerzos policiales a Cataluña y encabezó este jueves un comité de coordinación de la situación.
A poco más de tres semanas para las elecciones legislativas del 10 de noviembre, los líderes de la derecha y la centroderecha, a quienes Sánchez recibió el miércoles, le exigen tomar medidas extraordinarias.
Entre estas se encuentran las opciones de asumir totalmente las competencias en materia de seguridad en Cataluña, o incluso intervenir su autonomía, como ocurrió en 2017 tras la tentativa de secesión. De momento, el ejecutivo no ha tomado medidas excepcionales.
“Hemos visto a un gobierno superado, sobrepasado y desnortado con la situación que se está viviendo en Cataluña”, denunció Teodoro García Egea, secretario general del conservador Partido Popular.
97 detenidos desde el lunes
El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, indicó que sólo el martes el mobiliario urbano de Barcelona sufrió daños por valor de 627.000 euros, a causa de los disturbios en las calles.
Según él, desde el inicio de las protestas hubo 97 detenidos en Cataluña -7 de ellos en prisión preventiva-, y 194 agentes de policía resultaron heridos.
Sólo el miércoles, 96 personas debieron recibir asistencia médica en cuatro ciudades de la región, de ellas 58 en Barcelona, anunciaron los servicios sanitarios.
“Se están viviendo episodios de gran violencia en Cataluña, protagonizados por grupos minoritarios pero perfectamente organizados”, indicó Grande-Marlaska este jueves a mediodía, asegurando que “ no habrá impunidad ” con los violentos.
Desafío del presidente catalán
Conminado por Pedro Sánchez, el presidente regional catalán, el separatista Quim Torra, condenó la violencia la medianoche del miércoles, aunque en un discurso ante el Parlamento regional este jueves, se reafirmó en su desafío al poder central.
“Si por poner las urnas por la autodeterminación nos condenan a cien años, se deberán volver a poner urnas para la autodeterminación” de Cataluña, dijo refiriéndose al total de años de prisión recibido por nueve de sus correligionarios.
Los 7,5 millones de habitantes de la región están fuertemente divididos respecto a una hipotética independencia. Según un sondeo publicado en julio por un instituto dependiente del ejecutivo regional, un 44% de catalanes apuesta por la secesión, frente a un 48,3% que se opone a ella.