Tegucigalpa, AFP
Después de celebrar hasta la madrugada, miles de hondureños recibieron este jueves como héroes a los jugadores de la selección de su país, que clasificó el miércoles a Sudáfrica 2010, la segunda vez en acudirá a un Mundial luego de España-1982.
“Sí se pudo”, gritaban los entusiasmados aficionados que, vestidos de azul y blanco, abarrotaron el aeropuerto Toncontín para dar la bienvenida a los integrantres del equipo dirigido por el colombiano Reinaldo Rueda.
La muchedumbre atascó todos los accesos a las instalaciones aeroporturias, en el sur de Tegucigalpa, mientras que desde los estacionamientos los vehículos sonaban sus bocinas.
Durante toda la noche la gente se volcó a las calles de las diferentes ciudades del país a celebrar la dramática clasicación que se definió al derrotar a domicilio el miércoles 1-0 a El Salvador y luego que Estados Unidos sacara un empate 2-2 a Costa Rica en Washington en los últimos segundos del encuentro.
El júbilo nacional contrasta con la tensión en la mesa de diálogo entre negociadores del gobernante de facto Roberto Micheletti y del depuesto mandatario Manuel Zelaya, derrocado en un golpe de Estado el 28 de junio.
El gobernante de facto, que se ha negado hasta ahora a restituir a Zelaya en el poder, declaró feriado nacional este jueves para las celebraciones.
Con su victoria, Honduras alcanzó 16 puntos al igual que Costa Rica, a la que superó por diferencia de goles. El combinado tico tendrá que disputar una repesca con Uruguay, el quinto de Sudamérica, por un cupo en el Mundial.
Estados Unidos y México ya estaban calificados por la Concacaf a Sudáfrica-2010.