Redacción Negocios
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El último dato de desempleo en el país prendió las alertas en Carondelet, por lo que el presidente Rafael Correa y su equipo económico anunciaron la repatriación de USD1 700 millones que el Banco Central mantiene fuera del país.
Aunque el Mandatario se defendió asegurando que el 9,1% de desempleo en el país es fruto de una crisis económica mundial y que incluso es una tasa menor a la de Colombia, por ejemplo, el destino de estos fondos apunta claramente a generar mano de obra, ya que la mayoría de ellos se destinará a infraestructura y vivienda.
Y prácticamente la totalidad de los recursos repatriados pasará por las arcas de la banca pública. Así, USD 600 millones serán destinados para financiar programas de vivienda; de ellos, USD 200 millones irán al Banco del Pacífico y servirán para créditos hipotecarios, con una tasa del 5% a 12% años plazo. Otros USD 200 millones se canalizarán al Banco Ecuatoriano de la Vivienda para que financie proyectos de viviendas populares y para la clase media.
“Cada ecuatoriano que compre una casa de hasta USD 60 000 recibirá un subsidio de USD 5 000 por parte del Estado. El programa durará hasta junio de 2010”, dijo.
Para Hermel Flores, presidente de la Cámara de la Construcción de Quito, esta noticia le viene bien al sector. “Pese a la inyección de estos nuevos capitales, no creo que lleguemos a niveles de 2008, cuando se realizaron inversiones por USD 2 000 millones. Sin embargo, las medidas anticíclicas del Gobierno ayudarán a nuestro sector, que es intensivo en mano de obra y que beneficia a otros sectores relacionados”.
Aunque Flores se mostró escéptico de un efecto positivo inmediato de las medidas del Gobierno. “No creo que se resuelva el problema de la crisis. Y aún hay cosas que resolver, por ejemplo, el convenio entre el sistema financiero privado con el IESS para la compra de cartera hipotecaria no se ha cumplido. Apenas se han colocado USD 130 millones de los USD 400 millones que el IESS estaba dispuesto a comprar”.
Por el lado del incentivo a la producción, el Presidente señaló que se canalizarán USD 110 millones para que el Banco del Estado destine a financiar obras de los municipios y prefecturas, otros USD 130 millones para que la Corporación Financiera Nacional (CFN) refinancie la cartera de empresas endeudadas, USD 205 millones para que el Banco Nacional de Fomento (BNF) active nuevas líneas de crédito productivo y USD 20 millones para finanzas populares (microcréditos).
En este escenario, el presidente de la Cámara de Industrias de Tungurahua, Oswaldo Holguín, afirma que “antes de poner más plata al sistema sería necesario reformular los
procedimientos en instituciones como la CFN. Hay trámites que se demoran como tres meses para conseguir un crédito y en muchas veces ni le dan. En el BNF, el único crédito accesible es el 5-5-5, pero ni siquiera un pequeño empresario puede crecer con USD 5 000 que le dan”.
Según Holguín, el Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) se reunirá hoy de manera urgente para analizar los efectos de las medidas del Gobierno. “¿Qué sacamos con ese dinero si por otro lado pagamos más impuestos? Falta más apertura del Gobierno para conversar. Nos trata de forma despectiva y así no se puede”.
Correa también anunció que se invertirán USD 310 millones para la generación de nuevas centrales hidroeléctricas, USD 30 millones para construir más escuelas del milenio, USD 20 millones para prevenir inundaciones y USD 3,5 millones para realizar estudios para nuevos puertos artesanales. El Primer Mandatario indicó que también se creará el denominado Crédito de Desarrollo Humano, que consiste en que los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano puedan recibir hasta USD 840.
Esto significa que un beneficiario del Bono recibe ese dinero por adelantado, es decir, no cobra el bono por dos años. “Este crédito les puede sacar de la pobreza, pues con este dinero pueden iniciar una pequeña actividad”.