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Las calles aledañas al Bicentenario se llenaron de fieles, una vez finalizada la misa

A la salida del parque Bicentenario el paso de los fieles se tornó lento, debido a la aglomeración en las calles. Foto: María Isabel Valarezo/ EL COMERCIO

A la salida del parque Bicentenario el paso de los fieles se tornó lento, debido a la aglomeración en las calles. Foto: María Isabel Valarezo/ EL COMERCIO

A la salida del parque Bicentenario el paso de los fieles se tornó lento, debido a la aglomeración en las calles. Foto: María Isabel Valarezo/ EL COMERCIO

Desde el mediodía de hoy, 7 de julio del 2015, los fieles que asistieron a la misa campal del papa Francisco comenzaron a salir de las instalaciones del parque Bicentenario.

Aunque la eucaristía todavía continuaba Roberto García, junto con su esposa, recogieron la carpa y las cobijas que llevaron para pasar la noche anterior y salieron por el acceso 1, ubicado a la altura de la avenida Amazonas y Holguín. “Prefiero salir con anticipación para evitar los empujones porque hay demasiada gente”, dijo.

Muchos fieles tomaron la misma decisión que Roberto y emprendieron el viaje hacia sus casas.

Una vez finalizada la misa campal, aproximadamente a las 13:00, las calles aledañas al parque Bicentenario se llenaron de devotos que buscaban la manera de movilizarse hacia sus destinos.

En la calle Holguín el tránsito de personas se quedó estancado, poco a poco se fue descongestionado aunque los fieles caminaban a paso lento por la vía.

La av. Amazonas y la Prensa también estaban copadas de devotos que buscaban un lugar donde comer y descansar. Luis y Nancy ingresaron a un local en donde venden empanadas y secos de pollo. “De una vez vamos a almorzar porque el viaje es largo y está complicado coger buses”, mencionó uno de ellos.

La av. Galo Plaza, en donde se ubicaron los comerciantes, estuvo abarrotada de personas que buscaban algún refrigerio para seguir con la caminata hacia sus destinos.