Flota pesquera china vuelve a poner en alerta a la Armada del Ecuador

Una flota pesquera de 245 buques con bandera extrajera, sobre todo chinos y panameños, dedicados a prácticas de “pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”, han ocupado entre los meses de marzo y abril aguas internacionales al suroeste de Galápagos. Fo

Una flota pesquera de 245 buques con bandera extrajera, sobre todo chinos y panameños, dedicados a prácticas de “pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”, han ocupado entre los meses de marzo y abril aguas internacionales al suroeste de Galápagos. Fo

Una flota pesquera de 245 buques con bandera extrajera, sobre todo chinos y panameños, dedicados a prácticas de “pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”, han ocupado entre los meses de marzo y abril aguas internacionales al suroeste de Galápagos. Foto: Cortesía / Armada del Ecuador

Una flota pesquera ubicada en las cercanías de aguas ecuatorianas e integrada por 245 buques entre barcos pesqueros, factorías y embarcaciones de abastecimiento, tiene en alerta a la Armada del Ecuador por tercer año consecutivo.

Se trata de una flota pesquera de buques con bandera extranjera, sobre todo chinos y panameños, que entre los meses de marzo y abril se han ubicado en aguas internacionales al suroeste de Galápagos.

Los buques dedicados a prácticas de “pesca ilegal, no declarada y no reglamentada” ocupan un área mayor al de las propias Galápagos, más grande que las provincias de Guayas y Santa Elena, según informó la Armada este miércoles 24 de abril del 2019.

“Es una flota depredadora de los mares, un grupo de buques pesqueros chinos, hemos conformado fuerzas de tarea compuestas por corbetas misileras, buques auxiliares, submarinos, lanchas guardacostas, aeronaves de ala fija y ala rotatoria y componentes de la Infantería de Marina”, indicó Darwin Jarrín Cisneros, comandante de la Armada.

La misión es “garantizar la soberanía marítima del Ecuador” y preservar un área marina tan sensible como las Islas Galápagos, Patrimonio Natural de la Humanidad, dijo.

El control se hace por medios satelitales. Cuando los barcos se acercan a las aguas jurisdiccionales ecuatorianas se envían aviones a corroborar las imágenes aéreas y finalmente se desplazan guardacostas y unidades de la escuadra naval a sitios estratégicos para evitar que la flota ingrese a las aguas ecuatorianas.

Actualmente la flota se ha desplazado frente a las costas de Perú, afuera de las 200 millas de mar territorial, siguiendo un comportamiento similar al del 2017, cuando la flota estuvo integrada por 297 buques.

El buque chino Fu Yuan Yu Leng 999 fue capturado en agosto del 2017 en la Reserva Marina de Galápagos con 300 toneladas de pesca y al menos dos especies de tiburón consideradas vulnerables. El barco está a cargo de la Armada en la Base Naval Sur de Guayaquil.

En el 2018 la flota se incrementó aproximadamente a 300 buques. Los barcos han llegado a la zona entre los meses de marzo y abril o a mediados de año.

“Para Ecuador representa un esfuerzo grande el sostener estas fuerzas de tarea por uno o dos meses haciendo el control del ingreso a nuestra zona económica exclusiva insular”, explicó el contralmirante Jarrín. “Las distancias son bastantes largas, desde el continente hasta esos sectores son entre 700 y 800 millas, pero no es una tarea que podamos soslayar”.

El Comandante General de la Armada llamó a conformar un frente común contra las actividades de estas flotas pesqueras y planteó que la problemática se trate en la próxima reunión de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar). “Estamos promoviendo que las Nacionales Unidas tomen cartas en el asunto y se pueda legislar las actividades de las flotas pesqueras en aguas internacionales y de extracción minera en los fondos marinos”, explicó Jarrín.

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