Felipe VI será proclamado Rey de España el 18 de junio

Fotografía de archivo tomada el 01 de junio de 2013, del Rey Don Juan Carlos conversando con el Príncipe de Asturias en el acto de celebración del Día de las Fuerzas Armadas. Foto: EFE

Fotografía de archivo tomada el 01 de junio de 2013, del Rey Don Juan Carlos conversando con el Príncipe de Asturias en el acto de celebración del Día de las Fuerzas Armadas. Foto: EFE

Fotografía de archivo tomada el 01 de junio de 2013, del Rey Don Juan Carlos conversando con el Príncipe de Asturias en el acto de celebración del Día de las Fuerzas Armadas. Foto: EFE

El actual príncipe de Asturias será proclamado rey de España como Felipe VI el próximo 18 de junio ante las Cortes Generales reunidas en el Congreso de los Diputados, en Madrid, según confirmaron hoy martes 3 de junio fuentes de la Mesa de la Cámara baja.

El hasta ahora príncipe de Asturias asumirá ese día la Corona española en sustitución de su padre, Juan Carlos I, quien ayer anunció la abdicación al trono.

Hecho inédito en la actual democracia española, la abdicación del monarca, de 76 años, anunciada el lunes para gran sorpresa de todo el país, no estaba regulada: la Constitución aprobada en 1978 tras el fin de la dictadura franquista (1939-1975) simplemente recoge la necesidad de hacerlo mediante una ley orgánica que deberá ahora ser aprobada de urgencia.

Iniciando ese proceso, el gobierno del conservador Mariano Rajoy aprobó un proyecto de ley que por la tarde llevó a la cámara baja del Parlamento, donde tendrá que ser votado por mayoría absoluta antes de pasar el mismo trámite en el Senado. Podrían pasar así unos días más antes que el heredero de la corona, de 46 años, jure como rey Felipe VI.

El texto, muy breve, tiene un único artículo: “S. M. el Rey Juan Carlos I de Borbón abdica la Corona de España. La abdicación será efectiva en el momento de entrada en vigor de la presente Ley Orgánica”.

Mientras tanto, padre e hijo siguieron adelante con sus agendas oficiales y, escrutados por las cámaras hasta el mínimo gesto, ofreciendo su primera imagen juntos desde el anuncio de la abdicación. Ambos vestidos con uniformes del ejército de Tierra y guantes blancos, presidieron, con semblante serio, una ceremonia de condecoraciones militares.

“Nunca os habíais interesado por mí tanto como hoy”, había bromeado el monarca con los periodistas que la víspera acudieron muy numerosos a su primer acto oficial tras el discurso en que explicó su decisión al país.

Sin embargo, tras esta apariencia de normalidad la monarquía se enfrenta ahora a un difícil desafío: Felipe llega al trono de un país asfixiado por la crisis económica, donde crecen las tensiones políticas con independentistas catalanes y vascos y cuya ciudadanía, indignada por los múltiples escándalos de corrupción, pierde confianza en las instituciones al tiempo que aumentan los partidarios de un retorno a la república.

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