En este proyecto, el Gobierno anterior invirtió USD 1 531 millones. Foto: Archivo / EL COMERCIO
La empresa mixta Refinería del Pacífico cumplió ya las condiciones para entrar en disolución, pero sigue operando.
Las diferencias expuestas entre sus socios Petroecuador y Pdvsa, la notificación de un arbitraje y el dilema sobre la propiedad del terreno son barreras que impiden el cierre final de la firma estatal.
Esta empresa encargada de construir una planta refinadora en El Aromo, Manabí, cuenta con una nómina reducida. El personal bajó de 144 registrados a inicios del proyecto a 39 en el presente mes.
Este equipo se encarga de la gestión básica de la empresa, de la operación y mantenimiento del acueducto La Esperanza, del cierre de los contratos y los convenios y de la defensa legal. Para este 2019 su presupuesto aún no está aprobado, en el 2018 recibieron USD 4,3 millones.
Los trabajos se ejecutan aunque la situación legal de esta entidad es “inactiva”, desde julio del 2018, según la Superintendencia de Compañías.
Para Andrés Valencia, especialista en derecho societario y laboral, el estado de esta empresa mixta es parecido al de un paciente grave, que ha entrado en estado de coma.
La firma estatal llegó a esta situación por no presentar durante dos años consecutivos los balances de su actividad a la Superintendencia de Compañías. Y, si esto no se resuelve, la empresa podría ser declarada disuelta; es decir, desaparecerá.
La resolución de la Súper de Compañías de julio del 2018, remitida para advertir la inactividad, señala que si las firmas permanecen en esta condición luego de los 30 días de haber recibido la notificación, estas podrían ser disueltas. Pero esto no ha ocurrido.
La empresa mixta Refinería del Pacífico informó que “no está en proceso de disolución”.
Según la compañía mixta, la reforma a la Ley de Compañías, publicada en el Registro Oficial suplemento 353 del 23 de octubre del 2018, modificó esta disposición. Es decir, ahora ya no consta el plazo de 30 días, por lo tanto, la empresa sigue en estado de inactiva.
Valencia explicó que la reforma a la Ley de Compañías establece que las empresas en lugar de ser declaradas inactivas entran, de manera directa, a la disolución. Aunque, precisó que en este caso no se debería considerar esto, porque dicha modificación ocurrió tres meses después de que se notificó la inactividad de esta firma.
La demora en la liquidación de esta empresa responde a que no hay acuerdos entre la empresa pública Petroecuador y su socio Petróleos de Venezuela (Pdvsa), refirió Carlos Pérez, ministro de Energía.
El Ministro informó que el año pasado se reunió con su par venezolano y se llegó al acuerdo de liquidar esta empresa mixta. Pero luego no hubo un consenso sobre los montos que debían recibir.
Inicialmente, Pdvsa tenía un 49% de las acciones. Pero luego estas bajaron al 15%. El resto corresponde a Petroecuador.
En el proyecto Refinería del Pacífico se han invertido USD 1 531 millones en remoción de tierras, construcción del acueducto y licencias.
Otro hecho que ha impedido la disolución se presentó en mayo del año pasado, antes de la notificación de inactividad. Entonces, Pdvsa presentó una notificación de arbitraje en contra del Estado ecuatoriano por supuestas violaciones al Tratado Bilateral de Inversiones (TBI) en este proyecto.
Pese a esto, Pérez aseguró que se siguen buscando alternativas para cumplir con la disolución de esta empresa.
La Procuraduría General del Estado, que representa al país en procesos legales, informó que el 11 de junio del 2018 respondió a Pdvsa sobre las notificaciones presentadas.
En esas comunicaciones se argumentó que no había elementos para considerar la existencia de una controversia. Desde entonces, Pdvsa no ha respondido.
Esto ha incidido también en la búsqueda de inversionistas para la construcción del complejo refinador en El Aromo, que se inició en enero del 2018.
Además, en este año el Ministerio de Energía informó que el terreno donde se iba a construir la refinería fue entregado en comodato a la empresa pública Yachay, por un plazo de 50 años.
Esto se produjo porque este predio pertenecía a la empresa pública Administradora de la Zona Especial de Desarrollo Económico Eloy Alfaro (Azede), donde se iba a edificar este proyecto. Y luego, en el 2015, vía Decreto Ejecutivo se fusionaron Azede y Yachay.
Ahora se hacen gestiones para finalizar este comodato y seguir buscando una salida para continuar con este proyecto, que se inició hace siete años.
Los Hechos
2012
Se iniciaron las obras para adecuar las 700 hectáreas donde se instalarían los equipos de la planta refinadora, un campamento, vías y el acueducto.
2015
El Gobierno anterior reconoció que no contaba con el financiamiento para terminar este complejo industrial. Se requerían USD 15 000 millones.
2017
El presidente Moreno condicionó la ejecución de este proyecto a la inversión de firmas privadas. Se planteó un nuevo precio, de hasta USD 8 000 millones.
2018
30 inversionistas de EE.UU., Reino Unido, Japón, Rusia, España, Corea del Sur, entre otros, visitaron Ecuador para conocer detalles de este proyecto.
2019
La búsqueda de inversionistas para la construcción de esta Refinería aún no se concreta, debido a los problemas identificados.