Un 70% de venezolanos que llegan a Guayaquil son profesionales o tienen instrucción técnica

Andrew Castro, de la Asociacion Civil Mueve, participó en el plantón de venezolanos que rechaza la Constituyente de Venezuela. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

Andrew Castro, de la Asociacion Civil Mueve, participó en el plantón de venezolanos que rechaza la Constituyente de Venezuela. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

María Teresa Rosales es parte del directorio de la organización Venezolanos en Ecuador. Reside casi cinco años en Guayaquil. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

Llegan con su título de tercer o cuarto nivel académico esperando encontrar un empleo acorde con su profesión, pero la mayoría corre con poca suerte y termina trabajando en los más diversos oficios o en el comercio informal, cuando carecen de la posibilidad emprender sus propios negocios.

Las asociaciones de asistencia a los inmigrantes venezolanos en Guayaquil estiman que alrededor de un 70% de los compatriotas que arriban a esta ciudad ecuatoriana son profesionales o personas con instrucción técnica. El otro porcentaje lo conforman, sobre todo bachilleres, artesanos y comerciantes.

María Teresa Rosales es parte del directorio de la organización Venezolanos en Ecuador. Tiene casi cinco años en Guayaquil y desde el 2015 conformó esta asociación civil “sin fines de lucro y apolítica”, con la finalidad de brindar asistencia gratuita jurídica, educativa y en otros ámbitos a sus compatriotas venezolanos. De esta forma ayudan a la adaptación a su nuevo entorno.

Es una migración obligada, según Rosales, por la grave crisis social y económica que enfrenta su país, por la “desesperación” y la falta de dinero para vivir y la inseguridad. Ecuador es para ellos un país atractivo por el dólar. La moneda les permite ahorrar lo suficiente y enviarlo a su familia.

El sueldo mínimo en Venezuela está en 250 000 bolívares, lo que representa unos USD 25 (al cambio actual de 10 000 bolívares por dólar). En Ecuador, el sueldo básico está en USD 375.

“Hasta el año pasado te hubiera dicho que un 80 o 90% de los venezolanos que estaban llegando a la ciudad eran profesionales, ahora por el hecho de que viene mucha gente por tierra y sin recursos, el porcentaje ha bajado un poco”, indicó Andrew Castro, presidente de Asociación Civil Mueve, que promueve el emprendimiento entre los inmigrantes e informa sobre plazas de empleo disponibles.

Andrew Castro, de la Asociacion Civil Mueve, participó en el plantón de venezolanos que rechaza la Constituyente de Venezuela. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

Él es ingeniero eléctrico, pero cuenta con un negocio de estampados, sublimación y artesanías. Estima que más del 50% de los compatriotas que están abandonando Venezuela son jóvenes entre los 20 y 30 años. “Se vienen personas que tienen la posibilidad de viajar solos, para ayudar a las familias que dejan atrás”.

Luz forma parte de ese porcentaje de profesionales que migró desde Venezuela. Es contadora e ingeniera en banca y finanzas, pero actualmente trabaja como mesera en un restaurante de Guayaquil. Llegó hace menos de dos meses. Tuvo suerte, dijo, el mismo día que entregó su hoja de vida la contrataron. Su esposo y su hijo de cuatro años se quedaron en Caracas. Prefiere no dar su apellido ni que la fotografíen por miedo a que no la dejen volver.

Según la venezolana, la masiva salida de profesionales, al menos en este último año, ha generado que el Gobierno analice tomar medidas restrictivas para evitar su salida, como prohibirles el reingreso. “Esto no se ha dado aún, pero es lo que se comenta”.

Mientras tanto, ya enfrentan algunos obstáculos. “Hay graduados que no pueden obtener su título ni su pénsum de estudios y sin eso no se pueden legalizar como profesionales en Ecuador. Las universidades no los están dando porque quieren evitar que salgan”, aseguró.

Luz llegó a Ecuador después de un viaje de 4 días por tierra. Salió el 19 de junio de este año en el bus de transporte Ruta de las Américas. El vehículo “estaba lleno de profesionales jóvenes”, todos partieron con la expectativa de trabajar en Ecuador y hacer dinero. “No tuvimos problemas en nuestro trayecto ni en pasar las fronteras. Los controles fueron en Venezuela, nos pararon dos veces para revisar nuestros documentos”, recordó la venezolana.

Sus planes no son quedarse en Ecuador. Es optimista y espera que la situación mejore en su país. De no darse este caso, su familia la alcanzaría en Ecuador y migrarían a Chile.

Según Rosales, Ecuador es un país de paso para los venezolanos. “No llegan todos con el objetivo de quedarse”. Según datos del Ministerio del Interior, entre el 2012 y el 2016 ingresaron más de 470 000 venezolanos, de los cuales solo 38 087 permanecieron en el país, ya que no registraron su salida.

“Buscan quedarse un tiempo, pero luego tienen planes de ir a Argentina o Chile”, dicen en la Asociación. Aunque, también hay casos de venezolanos que han preferido hacer familia en Ecuador, establecer sus negocios y nacionalizarse.

Orlando Balza tiene 28 años y forma parte de los venezolanos que viven en Ecuador y no tienen título universitario. También tuvo suerte, aseguró. A los tres días de llegar al país encontró trabajo como mesero. Tiene ya un año viviendo en Ecuador y aunque su plan inicial era permanecer algunos meses y luego viajar a España, estos cambiaron. Su pareja llegó desde Venezuela el año pasado y hoy tienen una hija ecuatoriana de 3 meses. Él gana un sueldo básico y hace poco lo ascendieron como capitán de restaurante. Espera que su sueldo aumente. Por el momento, no está en sus planes salir del país.

Orlando Balza pensaba viajar a España después de llegar a Ecuador. Ahora, el venezolano se ha radicado en el país y trabaja en un restaurante de Guayaquil. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

Dwayan Zambrano, de 30 años, llegó hace dos años al país. Es licenciado en economía y chef profesional, pero trabaja en otra de sus pasiones: es entrenador de béisbol infantil del equipo de Los Indios, en la liga de desarrollo de béisbol infantil de Miraflores. Solo en Los Indios hay cinco entrenadores venezolanos.
Zambrano trabajó una temporada como cocinero en Cuenca y Guayaquil, ahora se dedica a tiempo completo a formar a beisbolistas. Llegó solo al país. “Para las familias es más difícil salir”, dice.

Dwayan Zambrano trabaja como entrenador. El venezolano imparte clases de béisbol en Guayaquil. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

En la liga de sofbol de Miraflores, juega Edwin Valero, de 32 años, venezolano con dos años en Guayaquil, técnico que trabaja para una empresa de mantenimiento de aires acondicionados. Él comenzó hace tres meses a llevar a su hijo de cinco años a la liga béisbol para que practique el deporte nacional de su país, el béisbol. "Aparte de mi esposa y mi hijo, me traje a mi hermana. Mi esposa también consiguió trabajo en su rama, como laboratorista clínica”.

El venezolano Edwin Valero vive dos años en Guayaquil. Trabaja como técnico para una empresa de mantenimiento de aires acondicionados. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

En la Consulta Popular del pasado 16 de julio, un plebiscito simbólico contra la Constituyente del presidente Nicolás Maduro, 6 345 venezolanos votaron en Guayaquil. En 2013, el registro oficial del consulado registraba 233 venezolanos residentes oficiales en la ciudad.

“Hasta hace dos semanas unos 7 500 venezolanos vivían en Guayaquil, las dos últimas semanas han llegado muchas más personas”, indicó Castro, presidente de Mueve (Movimiento Único de Emprendedores Venezuela-Ecuador).

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