Transportistas de seis ciudades piden subir el pasaje urbano

En Santo Domingo, menos usuarios viajan en los buses desde la pandemia. Foto: Bolívar Velasco / EL COMERCIO

El sector de la transportación urbana de seis ciudades está a la expectativa de una respuesta de las autoridades cantonales, sobre un pedido para el incremento del pasaje.

En Guayaquil, Santo Domingo, Portoviejo, Cuenca, Ambato e Ibarra, los dirigentes de este gremio plantearon un aumento a la tarifa para cubrir los gastos operacionales y pagar deudas que, en algunos casos, vienen desde 2015, por la renovación de la flota vehicular.

El incremento paulatino del precio del diésel y la crisis por el covid-19 se suman a los justificativos de los buseros para pedir el alza.

La decisión está en manos de los municipios, que con sus empresas de transporte deben analizar el impacto y el valor que se puede incrementar, con los estudios que se realizarán o con los que están en marcha, según el dirigente Abel Gómez. Pero el Gobierno también tiene su propia visión, luego de que recibiera requerimientos parecidos.

El ministro de la Cartera de Transporte y Obras Públicas, Marcelo Cabrera, adelantó que a este sector se le propuso trabajar en mesas de diálogo para definir una metodología que permita revisar el pasaje, con base en un trabajo con universidades de sus ciudades.

El ministro Cabrera agregó que esto no será inmediato.

En Portoviejo, los transportistas argumentan que en el permiso de operación consta que cada cinco años se debe analizar y revisar un nuevo pasaje. Además, afirman que por la pandemia se redujo el aforo en los buses en un 75% y aplican medidas de protección como dispensadores de alcohol, que les supone inversiones.

La Empresa de Transporte Municipal Portovial realiza un estudio de factibilidad para determinar si procede o no la elevación de USD 0,30 a 0,40.

En Cuenca se justifica la solicitud, según el acuerdo firmado en julio del 2018, cuando el Concejo Cantonal aprobó la última alza del pasaje. El usuario cancela la mayor parte de la tarifa y el Municipio subsidia un centavo de ese valor.

Pero en aquella ocasión, y como contraparte, la Cámara de Transporte debía renovar hasta marzo del 2020 las 475 unidades por otras de mejor calidad y menor índice de opacidad, y a partir de eso se iba a analizar un nuevo incremento.

En Ibarra, las cooperativas de transporte urbano 28 de Septiembre y San Miguel de Ibarra exigen la revisión. Lo mismo solicitan las empresas de servicio mixto La Esperanza y Campesinor, con rutas entre las áreas urbanas y rurales de este cantón de Imbabura.

Marcelo Yépez, presidente de la Cooperativa 28 de Septiembre, aseguró qu1e previamente se dirigieron a Quito, para solicitar el alza a la Agencia Nacional de Tránsito. Pero no tuvieron respuesta y realizaron el pedido al Municipio.

Los transportistas aseguran que los ingresos actuales representan un 40% menos de los que tenían antes de la crisis.
Un bus urbano de Ibarra obtenía, antes de la crisis, ingresos diarios de USD 60 a 80, de los cuales se restaban los gastos para el pago de combustible, desgaste del vehículo y pago al chofer. Por eso aseguran que ahora ya no les alcanza.

Christian Sarmiento, presidente de la Federación de Transportistas Urbanos del Guayas, explicó que para focalizar los combustibles, una de las propuestas es fijar cupos por galones consumidos.

“El transportista necesita de 800 a 850 galones al mes para su operación. Sabemos el kilometraje que recorremos y pedimos que nos den ese cupo en las gasolineras. Esa podría ser la focalización para los buses de pasajeros”, comentó.
En Guayaquil, los transportistas urbanos realizaron un paro parcial durante 15 días.

La Unión de Cooperativas de Transporte Urbano de Tungurahua solicitó hace dos meses el incremento al Municipio y presentaron un informe. Según sus conclusiones, el mantenimiento mensual de una unidad, incluido el combustible, llega a USD 1 000.

Manuel Zamora, presidente del gremio, aseguró que con el alza del combustible también subieron los lubricantes, repuestos, neumáticos y más. “El aforo del 75% de pasajeros y la falta de usuarios en algunas frecuencias hace que trabajemos a pérdida, en ocasiones solo se cubren los gastos operativos”, insistió.

En Santo Domingo, las cinco operadoras del transporte urbano están dispuestas a transferir la operación de las unidades al Municipio, ante los bajos ingresos que reflejan su crisis.

El número de usuarios se mantiene reducido, un año después de la pandemia.

Ahora viajan 140 000 de los 250 000 pasajeros diarios.

Según Iván Pallaroso, presidente de la compañía Transmetro, esperan una respuesta del Gobierno, después de que el Municipio les informara que realizaron una consulta al ­régimen en ese sentido.

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