Momentos con sol pero también ratos de frío. Así ha estado el clima en los últimos días en las playas ecuatorianas. Esto no ha favorecido mucho al turismo, pero, la gota que regó el vaso es el contexto actual en el país.
Varios hoteles en Guayas, Santa Elena y Esmeraldas recibieron cancelaciones a partir de los actos de violencia registrados en los últimos días.
El hotel Chescos, en Salinas, recibió entre el martes 1 y miércoles 2 de noviembre del 2022 varias llamadas de cancelación de reservas. Sin embargo, desde el jueves 3 la cosa mejoró un poco. “Hasta hoy comenzaron a llegar más personas, se levantó algo el movimiento, tenemos un 85% del hotel lleno”, cuenta Adrián Cedeño, administrador.
En el malecón se nota movimiento, carros en sus calles y personas en la playa. “No como se esperaba pero pudo ser peor”, añade Cedeño.
En Playas de Villamil hay afluencia. “Vino la gente a pesar del toque de queda, el jueves fue el día de menor demanda, desde allí todo ha estado a tope aquí”, cuenta Antonio Guzmán, encargado de ventas del hotel La Ría.
El panorama en Esmeraldas es diferente. Ana Barriga, propietaria del hotel Mar Azul cuenta que la llegada de turistas ha sido muy baja. “Es como haber estado en pandemia”, dice.
Allí sí se cancelaron la mayoría de reservaciones con el anuncio del estado de excepción.
Barriga cuenta que el turismo en Tonsupa y Atacames está muy afectado. “La gente no quiere venir, pocos se animaron”, añade.
Las playas en Manabí viven un panorama diferente
En Crucita, por ejemplo, hay mucho movimiento y ambiente de alegría. El malecón está lleno. Se puede observar control Policial en toda la playa.
El agente Cristian Castro, de Portovial, cuenta que los turistas han llegado de todo el país. “Estamos controlando porque hay gran afluencia y los vehículos llenan el malecón”.
Las placas de los automóviles ratifican que sí han venido de diferentes partes. Los restaurantes están llenos y conseguir parqueo es complicado.
Neicer Romero, dueño del restaurante El Primito dice que “llegaron de Quito, Loja y Guayaquil; he vendido bastante gracias a Dios”.
Con clima fresco se cierra la tarde en las playas de Manabí, donde se preparan para las fiestas en la noche con emoción y tranquilidad.
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