El sistema de transporte masivo guayaquileño Metrovía alista el proceso para la concesión de dos rutas del servicio.
La primera es para la nueva troncal 4, cuya construcción se iniciará el 2018; y la segunda, la renovación de la concesión de la Troncal 1, que en este septiembre llegó a su fin tras 12 años y que estaba a cargo del consorcio Metroquil.
Federico von Bochwald, presidente de la Fundación Metrovía, aseguró que en un mes se conocerán las condiciones para el concurso de la operación de la nueva ruta. Esta cuarta troncal constará de 11 kilómetros de longitud e irá desde el Batallón del Suburbio, a partir de la 29, pasando por la Bahía, hasta el Hospital Luis Vernaza, en el centro.
El directivo explicó que en esta etapa podrán participar únicamente las 10 cooperativas que actualmente trabajan en esa zona. Habrá cambios en su funcionamiento, considerando que cuentan con buses totalmente nuevos.
A diferencia de las otras tres rutas, en esta no habrá buses articulados (en forma de acordeón), sino que en cada viaje trabajarán dos buses de un solo cuerpo, juntos.
“Como la mayor parte tiene buses nuevos, la idea es aprovechar ese recurso y utilizar un sistema de convoy. Es decir, son dos buses que van a trabajar juntos (uno detrás del otro) en una articulación virtual, de tal forma que den el mismo servicio. Cada uno va a tener tres puertas dobles, el articulado tiene cuatro”.
La entrega de esta nueva ruta está prevista para el 2018. Tendrá 24 paradas y 10 rutas alimentadoras. Su estación principal se llamará Batallón del Suburbio, en la 29 y la J, al suroeste de Guayaquil.
Mientras, en octubre de 2017 se conocerán los conceptos para la convocatoria del concurso para la renovación de la operación de la Troncal 1.
En septiembre del 2005 los transportistas que forman parte del consorcio Metroquil firmaron la concesión con la Fundación Metrovía. Diez meses después, el 30 de julio del 2006, entró a operar la ruta sur-centro.
“Puede participar Metroquil, la idea es abrirlo para que haya más competencia y servicio para los usuarios, la idea es buscar más alternativas para que haya más competencia con las empresas que quieran dar el servicio de transporte urbano en Guayaquil”, dijo Von Buchwald.
Agregó que muchos de los buses que operan esa ruta tienen 12 años, pero aclaró que la vida útil legal en Guayaquil es de 20 años. “Esos buses no los podemos prohibir que operen, pero nosotros vamos a poner restricciones más estrictas para el uso del vehículo”.
Luego de conocerse los lineamientos del concurso vendrá el proceso de ofertas y cuando haya un consorcio ganador tendrá alrededor de seis meses para que cumpla, por ejemplo, con la de flota.
Se prevé que a mediados del 2018 entraría el nuevo operador, mientras Metroquil seguirá dando el servicio con una extensión del contrato.
En agosto pasado, el presidente de Metroquil, César Carranza, explicó que se alistaban para participar nuevamente. Entre los aspectos que analizaban consta la inclusión de buses con mayor capacidad (biarticulados), así como también unidades climatizadas.
Para la Metrovía el tema de los buses articulados es optativo porque son unidades que convienen durante las horas pico, ya que transportan más personas, en las horas más blandas es conveniente tener buses más pequeños.
Von Buchwald aseguró que las nuevas concesiones buscan mejorara el servicio y que con la troncal 4, Guayaquil quedará “atendido casi en su totalidad”. Actualmente, transportan 430 000 pasajeros cada día y en el 2018 se espera llegar a unas 600 000.
A las obras se suman la ampliación de la troncal 2 (norte-sur). Es decir, se construirán en el 2018 cuatro nuevos paraderos en la avenida Raúl Clemente Huerta y dos más en la avenida Abdón Calderón.
Mientras, en la troncal 3 (Bastión Popular-centro) se edificarán cuatro paraderos el próximo año: uno frente a la terminal satelital en Pascuales y otra frente a la penitenciaria del Litoral.
Sin embargo, la percepción de los usuarios sobre el servicio urbano es diversa. Loli Romero cree que se deben mejorar las frecuencias para evitar una larga espera de los pasajeros en las estaciones.
Preley Martínez, en cambio, considera que se deben involucrar más buses para evitar las aglomeraciones en las horas pico. “Eso genera que haya robos porque se aprovechan del exceso de pasajeros en horas pico”, para robar.