A las 17:00 las puertas del Cementerio Patrimonial de Cuenca se cierran. Con más de 5 000 visitas de familiares a sus seres queridos culmina este martes 2 de noviembre, en honor a los Difuntos.
Durante la mañana no se evidenciaron aglomeraciones. Las personas o grupos de hasta cinco ingresaban de forma ordenada al Cementerio, cumpliendo con los protocolos sanitarios y el uso de la mascarilla, previa reserva realizada en días anteriores.
En las dos puertas de ingreso y salida se ubicaron mesas de información para controlar el paso y el aforo. La mayoría no había realizado su reserva, pero pudieron ingresar en los momentos en que no se llenaba el aforo.
María Remache, de la parroquia Sinincay, llegó a velar a su madre, Matilde Guanuche, fallecida hace cuatro años. Estaba sola al pie de su tumba y con un ramo de rosas rojas y amarilla. “Es un día especial para nuestros seres queridos que partieron”, dijo.
Como parte de los protocolos de bioseguridad, brigadas de jóvenes voluntarios recorrían las siete hectáreas del cementerio para dar apoyo, en caso de que se suscite alguna emergencia médica, explicó René Tello, jefe administrativo de la Empresa Municipal de Cementerio.
Alrededor del Cementerio, ubicado al noroeste de la ciudad, los agentes de tránsito controlaron la circulación de los vehículos. La venta de arreglos florales y adornos se manejaron en los respectivos puestos y no hubo informales ni aglomeraciones.
Por segundo año consecutivo y por la pandemia del covid-19 tampoco hubo misa campal en este espacio. La eucaristía presencial de recordación de fieles se realizó a las 10:00 en la Catedral de la Inmaculada Concepción; y a las 15:00 otra de forma virtual.