Franklin Ormaza, investigador y oceanógrafo de la Escuela Politécnica del Litoral, explica qué pasó con este fenómeno en las costas ecuatorianas.
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¿Cuál es el comportamiento actual del fenómeno de El Niño en Ecuador?
El Niño tiene una definición científica: es un fenómeno o proceso oceanográfico-atmosférico, que se mide (analiza) en un área que se llama 3.4 en el océano Pacífico; y está a aproximadamente a 8 000 kilómetros, al oeste de Ecuador. Cuando se produce, acá en Ecuador tenemos los impactos de ese proceso -que se llama fenómeno- en la Costa ecuatoriana.
¿Cómo están las condiciones en este momento?
Efectivamente, hay que decir que durante el 2023 ocurrió el fenómeno de El Niño, visto desde el punto de vista científico. Se consolidó y se configuró totalmente en septiembre, con la presencia de condiciones atmosféricas. Pero, a partir de diciembre se desvinculó de esa variable meteorológica, y solamente ha habido variaciones de la temperatura superficial del mar. En este momento, El Niño está en condiciones, que se llaman neutras. Esto significa que la anomalía de la temperatura superficial está en menos 0.5. Ahorita, específicamente, está en 0.2 grados centígrados, que está dentro del rango que se llama neutro.
¿Cuál es la temperatura normal de las aguas superficiales en esa región de El Niño?
Normalmente, en esa área, a 8 000 km de Ecuador, es de 28 grados, pero con la anomalía de 0.2 sube a 28.2 grados. Por eso, se dice que está dentro del rango neutro y El Niño fue declarado en estado neutral (inactivo) desde hace tres semanas.
Entonces, ¿ya no tenemos el fenómeno de El Niño?
Ya no existe, el fenómeno de El Niño desapareció. No fue ni chicha ni limonada. Pero, se ha declarado la observación del evento contrario, que se llama La Niña.
¿Ecuador va a tener un fenómeno de La Niña?
En este momento solo se tiene una proyección, porque la columna de agua a 450 metros de profundidad del mar se comenzó a enfriar desde diciembre.
¿Cuándo El Niño estuvo asociado con el sistema atmosférico o meteorológico?
La variable meteorológica está desconectada de la oceanográfica desde diciembre. Desde ese mes, solo se trató de un fenómeno oceanográfico.
Entonces, ¿por qué tuvimos intensas lluvias que destruyeron vías, infraestructura y hubo inundaciones?
Insisto en que Ecuador no tuvo impacto del fenómeno de El Niño. Se preveía un invierno intenso con este evento, pero no lo hubo. Las lluvias fueron propias del invierno. En diciembre llovió normal, en enero fue un poquito más del promedio, pero en febrero, prácticamente, llovió por encima del promedio. En marzo ni abril no fue así. El promedio de lluvias en la costa ecuatoriana fue deficitario, pese a que en unas partes como Esmeraldas y Santo Domingo las precipitaciones son intensas.
¿Qué ocurrió con este invierno?
Hubo lugares en que no llovió casi nada, como Guayaquil. En la ciudad caen entre 1 000 y 1 300 mililitros de lluvias de enero a abril, pero apenas llovió alrededor de 500 mililitros; es decir, hubo un déficit de 50% a 30%. Las lluvias que ocurrieron en Ecuador son del invierno, pero fue un invierno malo y deficitario en precipitaciones.
Por esa razón, no hubo impacto de El Niño
No hubo el impacto, al menos en términos de lluvias.
¿Por qué hay temperaturas muy altas?
Se deben al invierno, aunque hoy en Guayaquil (martes 21 de mayo de 2024) tuvimos la mañana más fría desde 2022.
¿Cuál fue esa temperatura en Guayaquil?
Hoy fue de 21.9 grados, que es propia de la estación y lo digo categóricamente, porque tengo mi propia estación meteorológica (en el noroeste de Guayaquil) y muy moderna.
¿Significa que ya no hay coletazos de El Niño en este momento?
Para mí, sin ánimo de llevar la contraria, debimos haber declarado la no existencia de El Niño desde mediados de abril. No ha habido el impacto en términos de lluvias ni de temperaturas. Ninguna de las condiciones que se dan durante un Niño se cumplió.
¿Cómo entender las fuertes lluvias en el norte de Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas?
Las lluvias son básicamente provenientes de la Amazonía, que es otro sistema meteorológico. No tiene que ver con El Niño. ¿Por qué está caliente? Es por la humedad, que requiere calor.
¿Hubo una real prevención de El Niño?
Las autoridades procedieron bien en mantener todas las alertas, porque es muy difícil predecir la situación. Teníamos la predicción y lo esperábamos, pero luego se desinfló. Sin embargo, se hizo bien en mantener la cautela. Todos los años, Ecuador debe hacer este ejercicio preventivo. Todos los años tenemos cuatro meses de posibles desastres en la Costa. Creo que para eso sirvió este evento, para tomar las medidas, como educar a la gente. La población quedó más informada y hay más cosas positivas, pero lo mejor fue que El Niño no ocurrió.
Si hubo todo eso, ¿por qué tuvimos tantos daños y destrucción?
Hemos tenido muchos problemas, porque nuestra infraestructura en general es mala. Las carreteras están mal hechas, igual las ciudades, donde se talan los árboles, que es una vergüenza. Las inundaciones no se dieron por las lluvias, sino porque no hay árboles o cerros para retener tanta cantidad de agua.
¿Qué se hizo bien para prevenir este Niño?
Los medios de comunicación tomaron mucha conciencia y los profesionales tratamos de hacer nuestro mejor esfuerzo en la ciencia. Se introdujeron conceptos a la ciudadanía, porque ahora ya entiende qué es El Niño, las ondas de Kelvin, el área 3.4. Ahora sabe muchas cosas que un año antes. Eso es extraordinario para la sociedad, hubo educación en la ciudad, comenzaron a hacer señalética, o sea, se avanzó.
¿Es la primera vez que se hace este tipo de prevención con El Niño?
Prácticamente, es la primera vez que se lo hizo. Fue una gran experiencia y creo que hemos avanzado y eso hay que rescatar.