La Copa América causa euforia en el continente y contagia al que menos, sobre todo, luego de que Argentina ganara su primer partido de fútbol.
Pero al interno, Ecuador atraviesa por una crisis climática, energética, petrolera y una tensa pugna política.
Más noticias
Las imágenes diarias sobre Baños, así como el bloqueo de las vías y puentes, por la fuerza de las lluvias, muestran la magnitud del desastre del país. Hay daños en 73 parroquias de 41 cantones de 15 provincias, detalla la Secretaría de Gestión de Riesgos.
Paralelamente, los cortes intempestivos de luz agravan las condiciones económicas y cotidianas de los ecuatorianos.
Pero hay una preocupación mucho más latente, que es la amenaza del río Coca a la infraestructura petrolera, como los ductos del OCP, Sistema de Oleoducto Transecuatoriano, así como las tuberías del poliducto.
El impacto de la erosión regresiva del río Coca dejó en evidencia el daño que puede provocar, como lo hizo el domingo 16 de junio de 2024, con la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. El sedimento paralizó el funcionamiento el sistema de generación eléctrica.
Van seis días y Baños sigue limpiando su desgracia. Ese cantón de Tungurahua contabiliza 14 fallecidos, 27 heridos y 961 personas afectadas.
Mientras tanto, se intenta despejar los escombros de la vía Baños-Puyo, que mantiene incomunicados a los habitantes de Pastaza, Napo y Orellana.
La Baños – Puyo es una vía rápida de acceso a Pastaza, pero también es una alternativa cuando se cierra el paso por la vía Papallacta-Baeza, que conecta con Sucumbíos, Orellana y Napo. Esta segunda carretera también está obstruida por los deslizamientos, deslaves y socavones, según información del Ministerio de Transporte y Obras Públicas.
En esta ocasión, ninguno de los dos accesos sirve; es decir, la población de la Amazonía norte y central está incomunicada con el resto del país.
La desconexión vial afecta a otras regiones. Desde Quito no se puede viajar por la vía Alóag, ya está se encuentra cerrada cerca de llegar a Santo Domingo, en el km 90. La alterna es la Mitad del Mundo – Río Blanco, pero toma más tiempo y se congestiona.
La crisis política empaña a Ecuador
A esta tragedia se suma el ingrediente político, que pareciera ser tan lejano para el ciudadano común, pero no es así.
La pugna política entre el presidente Daniel Noboa, su vicepresidenta Verónica Abad y la Asamblea Nacional genera tanta tensión, que el país parece ingobernable.
La Asamblea tampoco ha sido empática con la situación del país. Sus intereses partidarios impiden ver el desastre que se vive por fuera de los muros del Legislativo. No se ha visto a ningún asambleísta dolerse por las comunidades del país que están afectadas por los daños del invierno.
La Asamblea tiene acorralado al Presidente, para las siguientes elecciones, ya que Noboa tiene cerradas casi todas las vías para ser candidato sin apartar a Abad de la Presidencia de la República.
Además de ingobernable es inseguro. Los asesinatos, robos, sicariatos, decomisos de drogas, asaltos y otros delitos tienen a saltos y brincos a los ecuatorianos. Nadie se siente tranquilo: ni en la casa, ni en la calle, ni el restaurante, ni en ningún lugar.
Ese sentimiento de euforia pudiera hacer olvidar -por un momento- la conmoción que se vive, pero cuando pase nos toparemos con una realidad dolorosa y trágica, porque medio país está destruido y en crisis.