La economía de Loja vive tres momentos de dinamismo por la devoción a la Virgen de El Cisne, en Loja. Las fiestas religiosas en la parroquia, la multitudinaria romería de cuatro días y la Feria Internacional en su nombre reactivan el comercio gracias a ‘La Churona’.
Las dos semanas de fiestas concluyeron ayer (17 de agosto) –con un sol tempranero- despidieron a la imagen para su romería de cuatro días, hacia la ciudad de Loja.
Son 72 kilómetros de caminata con rezos, música sacra con banda de pueblo y pirotecnia. Tras la eucaristía de las 06:00, la imagen cumplió su primer tramo de 22 kilómetros hasta la vecina parroquia de San Pedro de la Bendita.
En cada tramo fue cargada en los hombros de los devotos y custodiada por policías. En los pintorescos pueblos es recibida con cálidos aplausos, música, eucaristías, danzas y la tradicional noche cultural.
Este jueves 18 avanzará 13 kilómetros hasta el cantón Catamayo, donde pernoctará un día en la iglesia central. Finalmente, el sábado 20 de agosto del 2022 cumplirá el último tramo de 37 kilómetros hacia la ciudad de Loja, donde engalanará el altar mayor de la Catedral.
Allí se quedará hasta el 1 de noviembre, cuando regrese a la Basílica de El Cisne. Hasta el 8 de septiembre la Catedral permanecerá abierta para la visita de los fieles y se desarrollará las Noches del Peregrino con eucaristías, rosarios, pirotecnia y expresiones culturales.
Demanda de servicios en Loja
Los cálculos del COE provincial es que esta romería moviliza a más de 50 000 creyentes de distintas ciudades del país, pero principalmente de Azuay, Cañar y El Oro. También llegan del norte de Perú y migrantes.
Esto genera un gran dinamismo económico porque deriva en una alta demanda de los servicios de transporte, alimentación, hospedaje y comercio en general, explicó Frans Obaco, presidente de la Cámara de Turismo de Loja.
La provincia tiene 5 000 plazas de hospedaje, de las cuales 3 000 están en el cantón Loja. Este miércoles 17 de agosto estaban casi al 100% la ocupación y reservas y se prevé que se mantenga así hasta el próximo mes porque se viene la feria septembrina.
Muchos devotos pernoctan en carpas o en casa de familiares, otros realizan viajes de un solo día. En estos días en Catamayo, ciudad por donde pasa la imagen, los hoteles ya no tienen espacio para hospedaje.
Obaco señala que de esta devoción se beneficia Loja y las provincias vecinas de Azuay y El Oro, porque a lo largo de sus vías principales –por donde avanzan los peregrinos a El Cisne- las familias improvisan puestos de comida, principalmente.
La Cámara de Turismo calcula que en estos dos meses, cada semana se mueven unos USD 2 millones en esta provincia. “Los 16 cantones se activan a la producción, turismo, gastronomía y ventas en general”, dijo Obaco.
600 stands en la Feria de Loja
Desde hace más de dos meses, el Comité de Operaciones de Emergencia provincial aprobó que se retome todos los eventos culturales, religiosos y productivos, que se realizaban cada año, en honor a la imagen.
Los devotos tuvieron que esperar dos años para venerarla, los priostes para organizar los festejos y el sector productivo para vivir la verdadera reactivación económica tras la mortal pandemia del covid-19
La Feria de Loja se realiza desde 1 829 por decreto de Simón Bolívar, en honor a la llegada de Virgen a Loja. Este año se cumplirá la 193 edición y es otro motor que mueve la economía de los lojanos.
Son más de 600 stands de emprendedores y artesanos de Ecuador y de Perú que se ubicarán en el Complejo Ferial. Abrirá sus puertas el sábado 27 de agosto y se extenderá hasta el domingo 18 de septiembre.
En estos 23 días habrá exposiciones culturales, presentación de artistas nacionales e internacionales, juegos mecánicos. El ingreso será de USD 1,50 para adultos y USD 0,75 para tercera edad y personas con capacidades especialidades.
El Cisne y su dinamismo
Caña año desde el 1 de agosto, la pequeña parroquia de 1 700 habitantes y ubicada a 72 kilómetros de la capital, parece que resurge con la llegada masiva de fieles. Es la principal fiesta religiosas en honor a la Sagrada imagen.
Algunos solos y otros en grupos de familias, amigos o conocidos arriban a la imponente Basílica de estilo gótico, para participar de las eucaristías, rezos del rosario y velación. Llegan caminando, en bicicleta o en vehículos.
Esa afluencia marca grandes cambios: hay misas cada hora, las familias abren las puertas de sus pequeñas casas para hospedaje. De 60 negocios registrados suben a más de 500 provisionales en comida, artesanía, venta de velas y más.
No hay vivienda que no habilite un cuarto para rentar, porque los hostales se llenan, comentó César Uyaguari, presidente de la Junta Parroquial. Así dimensiona cómo todos se benefician de la reactivación económica.
Afluencia y devoción
Esa afluencia también se siente en las principales carreteras que conectan a Loja con Azuay, El Oro y Zamora por donde avanzan decenas de peregrinos a pie o en bicicletas, cumpliendo sus promesas por los favores recibidos.
El orense, Carlos Astudillo, tiene 44 años y ocho caminando solo desde Cuenca a El Cisne. El pasado viernes 12 de agosto se lo veía cansado pero alegre porque después de dos años de restricciones por la pandemia iba a cumplir su promesa
La devoción le inculcó su madre y creció en él la fe por los ´milagros’ recibidos. Hace un año con siete meses nació su segundo hijo, prematuro. Le diagnosticaron soplo en el pulmón y estuvo en cuidados intensivos.
La madre del pequeño también tuvo complicaciones en el parto. “A los dos le encomendé a ‘mi Churonita’. Los médicos se sorprendieron por la recuperación. Ahora están bien y voy para agradecerle por eso milagros, comentó Astudillo.
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