Devastación total. Así es el panorama que afronta la comunidad rural de Yacuchaqui, en el cantón Sigchos, provincia de Cotopaxi, luego de un deslave que destruyó casas y vías como consecuencia de las fuertes lluvias.
La noche del lunes y madrugada del este martes 8 de febrero de 2022 los habitantes de esta comunidad perteneciente a la parroquia de Chugchilán vivieron momentos de terror y angustia luego que parte de una montaña se desprendió y sepultó 23 casas, dañó vías y emprendimientos productivos.
Afortunadamente no hubo víctimas mortales ni heridos pero las pérdidas materiales son cuantiosas. Por ejemplo, un proyecto comunitario para la cría de truchas, cuya inversión alcanza los 12 000 dólares, se perdió por completo.
Andrea Villagómez, coordinadora de la junta parroquial de Chugchilán, señaló que al menos 1 500 habitantes de seis comunidades rurales quedaron aisladas a causa del último derrumbe registrado en Yacuchaqui.
El fuerte invierno afecta desde hace 10 días a la provincia de Cotopaxi; los deslizamientos de tierra y el desbordamiento de ríos han causado daños en casas, carreteras y otras infraestructuras.
Los pobladores piden a las autoridades declarar el estado de emergencia, sobre todo, para canalizar la ayuda a las familias que están incomunicadas.
En el recinto El Guarumal, del cantón Sigchos, sus habitantes también deben atravesar los senderos improvisados en medio del lodo y los escombros que deja el temporal.
Siete recintos están entre los más afectados en el cantón. Para los agricultores de la comunidad Cuisana, lo más preocupante son las pérdidas de los productos que cultivan y crían, pues reportan que tres tramos de la vía Chugchilán – Quilotoa se han destruido y esto imposibilita sacar su producción de leche, habas, papas y diferentes tipos de hortalizas a las ferias de la provincia y de los sectores aledaños.
El invierno ha golpeado con dureza a zonas como El Palmar, Quindigua, Maiqui y Yacuchaqui, donde la caída de nueve puentes dificulta la llegada de la asistencia a los damnificados.