Parque Matriz, de Cotacachi, que amaneció con una cinta amarilla que prohíbe su acceso. Foto: Washington Benalcázar/ EL COMERCIO
El parque Matriz de Cotacachi, en la provincia de Imbabura, amaneció cerrado este 20 de junio del 2020. Personal del Municipio colocó cintas plásticas de color amarillo en los accesos de este espacio verde, en donde las comunidades kichwas del cantón realizaban la Toma de la Plaza. Se trata de un ritual que se repetía cada año, como parte del Inti Raymi, antes y después del 21 de junio.
En el 2019 coparon el lugar 5 000 personas, que danzaban a ritmo de las guitarras, bandolines y flautas. Pero, este año, por primera vez en la historia, no se desarrollará la toma, a causa de la pandemia de covid-19. Así lo acordaron los dirigentes de las 45 comunidades locales, que conforman la Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Cotacachi.
Sin embargo, dejaron en libertad a los dirigentes de los cabildos, máxima autoridad de las comunas indígenas, para que autoricen o no la celebración en sus territorios.
Algunas comunidades, como Carabuela, en Otavalo, colocaron barreras para impedir el ingreso de personas ajenas a la comunidad. Foto: Washington Benalcázar/ EL COMERCIO
Los 1 800 habitantes de El Cercado, por ejemplo, anunciaron que festejarán internamente. El dirigente Pedro Fernández comenta que con 12 capitanes, como se les denomina a los organizadores de la celebración, acordaron realizar el baño ritual y el baile de casa en casa.
Un ambiente parecido se vive en el vecino cantón de Otavalo, que también tiene alta población kichwa que cada año organiza el Inti Raymi. Pero, hoy la plaza de la comunidad San Juan Capilla, uno de los sitios tradicionales en donde se realizaban las danzas, estuvo desolada. El espacio fue ocupado únicamente por comerciantes de las comunidades locales que ofrecían sus productos. Otras comunidades, como Carabuela, colocaron barreras para impedir el ingreso de personas ajenas al poblado.
Cotacachi y Otavalo mantienen el semáforo rojo. Esto prohíbe, entre otras cosas, las concentraciones públicas.
Esta fue una decisión de los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) de estos cantones tomando en cuenta la cercanía de la celebración milenaria, en agradecimiento por las cosechas de maíz.
Capilla San Juan, uno de los sitios populares de Otavalo, en donde se celebraba el Inti Raymi. Foto: Washington Benalcázar/ EL COMERCIO
Eso no ha dejado de lado la preocupación de algunos sectores. El alcalde de Cotacachi y presidente del COE local, Auki Tituaña, está inquieto ante las celebraciones comunitarias. “El coronavirus está afuera y un descuido o irresponsabilidad sería fatal”.
La Federación de Indígenas y Campesinos de Imbabura, que representa a 180 comunas de los pueblos Otavalo, Kayambi, Natabuela y Karanki, realiza una campaña en la zona rural en torno al peligro de contagio. “Antes que prohibir lo que buscamos es educar”, explica Manuel Catucuago, líder de la organización. Aunque reconoce que algunos jóvenes han empezado por su cuenta los festejos en algunas localidades.
La atención de las autoridades de Imbabura está puesta en Cotacachi y Otavalo, que celebraban generalmente hasta el 1 de julio.