Las Siete Cascadas de San Lorenzo abrió su bosque y senderos para los turistas, con medidas de bioseguridad

El turismo ecológico se reactiva en el cantón San Lorenzo con la reapertura de las Siete Cascadas. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO

El turismo ecológico se reactiva en el cantón San Lorenzo con la reapertura de las Siete Cascadas. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO

El turismo ecológico se reactiva en el cantón San Lorenzo con la reapertura de las Siete Cascadas. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO

El turismo ecológico se reactiva en el cantón San Lorenzo con la reapertura de las Siete Cascadas, que tienen aguas cristalinas y están rodeadas por una espesa vegetación donde se conserva un bosque primario.

Este paraíso natural está dentro de las 207 hectáreas de bosque húmedo tropical, ubicado en el kilómetro 11 de la vía Ibarra-San Lorenzo, en el norte de la provincia de Esmeraldas.

La reserva selvática, donde se vive el turismo de aventura por su geografía, reabrió sus puertas a finales del julio de 2020, bajo normas de bioseguridad para atender a los turistas.

El sonido del agua acompaña en el recorrido, mientras se sortean obstáculos, piedras y pequeños charcos para llegar a las cascadas de agua fría.

Los responsables de la reserva han puesto, al ingreso, señaléticas de bioseguridad, un área para la desinfección del calzado, así como agua, jabón y alcohol desinfectante para garantizar la salud de los aventureros.

Antes de la pandemia al sitio acudía un promedio de 100 personas diarias, que iban para hacer un recorrido por los senderos naturales con la ayuda de los guías de la

Este destino está dentro de las 207 hectáreas de bosque húmedo tropical, ubicado en el kilómetro 11 de la vía Ibarra-San Lorenzo, en el norte de la provincia de Esmeraldas.

Tras la reapertura se atiende a un promedio de 50 visitantes diarios, que previamente realizan las reservaciones vía telefónica. Allí los esperan los guías para conducirlos por una travesía que puede durar hasta cuatro horas, en medio de la montaña atravesada por pequeños esteros y vertientes naturales.

El túnel por donde pasaba antiguamente el tren que salía desde Ibarra con dirección a San Lorenzo es uno de los lugares que atrae a los visitantes.

Sandra Plaza, una de las turistas, dice que el trayecto por el túnel dura pocos minutos, pero se siente emoción al hacerlo.

“Me gusta el olor del bosque, el aire puro y el clima agradable que se siente dentro de la reserva”, comenta Plaza, quien visitó por primera vez el área de conservación.

Salomón Caicedo, uno de los guías más experimentados, explica que generalmente el clima es nublado y lluvioso. La zona está atravesada por los ríos Chuchuví y Mira, que con sus aguas motivan a tomar un baño refrescante

Los turistas pueden pasar por cascadas como Las dos cuevas, Mujer del encanto, Túnel del amor, El Duende, San Diego, Del Amor, Santa Ana y La Reina; esta última es una de las más visitadas.

Esa zona se convierte en el ingreso a la provincia de Esmeraldas, por el norte, y es una parada obligada para quienes buscan un encuentro con el medio ambiente y aguas cristalinas.

Diego Tapurí, responsable del área de conservación voluntaria, invitó a los turistas del país a conocer el lugar y vivir una aventura inigualable.

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