El comandante general de Policía, Fausto Salinas, confirmó que se realizó un operativo de control de orden público para desalojar del parque El Arbolito, en el centro-norte de Quito, a presuntos manifestantes violentos.
Decenas de policías en motocicletas y vehículos antimotines utilizaron gas lacrimógeno para despejar a los manifestantes “que estaban agresivos, violentos y atacaban a los policías”, indicó la Policía. La incursión ocurrió aproximadamente a las 17:00 de este viernes 24 de junio del 2022.
Salinas aseguró que los indígenas que se encontraban dentro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) decidieron salir de allí por su propia voluntad tras escuchar el anuncio del presidente Guillermo Lasso.
En cadena nacional, el Primer Mandatario reiteró que policías y militares harán el uso progresivo de la fuerza para disuadir a los manifestantes.
“La Policía Nacional y las FF.AA. actuarán con los medios necesarios para defender, dentro del marco legal, mediante el uso progresivo de la fuerza el orden público y la democracia”, dijo Lasso.
Según la Policía tras ese anuncio, los indígenas salieron de la Casa de la Cultura y se despejó el ágora, donde se encontraban.
El ágora de la CCE fue ocupada por el movimiento indígena desde ayer (23 de junio del 2022). Allí Leonidas Iza, presidente de la Conaie, dio instrucciones para mantener la resistencia y la protestas hasta que el Gobierno acepte todas sus demandas y pedidos.
Postura del movimiento indígena
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) denunció que los agentes arrojaron bombas lacrimógenas al interior del ágora de la Casa de la Cultura, donde se encontraban hombres, mujeres y niños indígenas.
Además, dijo que estaban reunidos en actitud pacífica, pero que el humo de la bomba lacrimógena provocó que el inmueble sea desalojado.
“Mientras se desarrollaba la Asamblea Popular en el ágora de la CCE, la represión y lanzamiento de bombas lacrimógenas alcanzó las instalaciones”, indicó esa organización.
Además, a través de sus redes sociales, la Conaie aseguró que hay heridos “por la represión en los alrededores de la Casa de Cultura. El parque El Arbolito fue sitiado por la fuerza pública”.
Según la vicepresidenta de la Conaie, Zenaida Yasacama, aún se encuentran miembros de delegaciones indígenas dentro de la Casa de la Cultura. A pesar de que el gas alcanzó a disuadir a prácticamente a la mayoría que se encontraban en “la casa del pueblo”.
Además, rechazó profundamente la represión, porque según Yasacama la Policía lanzó gas cuando toda la gente se encontraba aún en la zona.
Postura desde la Casa de la Cultura
Aún se encuentran manifestantes indígenas. La policía no ha ingresado al lugar desde el jueves 23 de junio. Gabriela Rubio, del departamento de comunicación de la Casa de la Cultura, indicó a este Diario que funcionarios salieron apenas escucharon la “amenaza” del Presidente de la República en cadena nacional sobre el uso progresivo de la fuerza de los uniformados.
Rubio, a diferencia de Yasacama, no constató el hecho de que la Policía ingresó a las instalaciones de la CCE y lanzó bombas lacrimógenas dentro del ágora. “Sí, las bombas estuvieron en los exteriores y en el interior (de la CCE) (…) no podríamos constatar si fue o no la policía, eso no lo sabemos”.
Además, Rubio también indicó que las instalaciones donde se encuentran las radios de la Casa de la Cultura se encuentran dañadas, debido a que “gente se cayó” por querer huir del gas.
Techos, paredes y demás resultaron dañadas luego del desalojo de más de 5 000 personas que se encontraban en la zona.
Para transportar a los heridos se realizó un corredor humanitario para llevarlos hasta la universidad más cercana.