El 1 de noviembre es el último día de la caminata de los animeros en Patate que se extiende hasta las 05:00. Foto: Fabián Maisanche / EL COMERCIO
Los siete animeros del cantón Patate, en Tungurahua, caminarán por las calles que rodean el cementerio hasta el 1 de noviembre del 2020. Esta tradición, que lleva más de 100 años, comenzó el jueves 15 de octubre desde las 21:00.
Las autoridades municipales no autorizaron que la caminata de los animeros iniciara en el interior del camposanto por la emergencia sanitaria del covid-19.
El ritual comienza con el rezo de un Padre Nuestro y una Ave María por el eterno descanso de las almas.
Pascual Guamán se encarga de hacer sonar una campana en cada esquina. Camina junto con cuatro jóvenes, quienes le sucederán en el cargo. Vestidos con una túnica blanca, un crucifijo que cuelga de sus cuellos y apoyados con un bastón realizan este ritual.
“El tema del virus ha sido muy especial, porque la gente al no poderse despedir de los familiares, amigos o simplemente conocidos que fallecieron en estos meses se ha acercado un poco más a Dios y ha comprendido a valorar un poco más la vida”, comenta Guamán.
El 1 de noviembre es el último día de la caminata que se extiende hasta las 05:00. Al escuchar el llamado de Guamán, algunas personas salen de sus casas y se unen al rezo o les brindan algo de tomar.
En Penipe, en Chimborazo, el ritual es realizado por Ángel Ruiz. Él viste una túnica blanca y lleva un cráneo humano y una campana de bronce, que repica tres veces en las 59 esquinas del cantón.