La última decisión del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional de eliminar el uso obligatorio de la mascarilla en espacios abiertos o aire libre ha despertado criterios divididos entre los ecuatorianos: unos están contentos y otros creen que es prematuro porque no se ha acabado la pandemia.
Los ecuatorianos hemos mantenido el uso obligatorio de la mascarilla por más de dos años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) habían dicho que esto y la vacunación han podido contener la propagación del covid-19 a escala mundial.
La disposición del COE llegó la tarde del jueves 28 de abril del 2022 y rige para todo el territorio nacional. EL COMERCIO presenta algunos pros y contras de la medida, desde el punto de vista sanitario.
LA VENTAJA DE RETIRAR LA MASCARILLA
Las personas pueden sentir que han regresado a la normalidad, como antes del inicio de la pandemia (marzo 2020).
Ya no llevarán casi todo el rostro oculto y eso es una especie de alivio para algunas personas.
Se sentirán libres de las medidas restrictivas, llamados de atención y sanciones.
Podrán reunirse en bares, restaurantes y espacios al aire libre sin la obligatoriedad de esta prenda.
Realizarán actividades con menos rigidez. En los trabajos que demandan más esfuerzo físico y en la Costa, ya no sentirán esa sensación de agitación, ahogo y cansancio.
DESVENTAJAS DE NO USAR LA MASCARILLA
Aún hay cantones con menos del 70% de su población vacunada con las dos dosis contra el covid-19 y por lo tanto no han alcanzado la inmunidad de rebaño y pueden convertirse en focos de contagios. Para Fernando Ortega, médico intensivista de Hospital del Río, allí los COE cantonales deben aplicar sus propias restricciones.
Varias ciudades de China (Beijing, Shanghái y Pekín), precisamente donde se dice que se originó la pandemia, están nuevamente confinadas por los rebrotes de contagios y de nuevas cepas de la Ómicron. Ante la movilidad mundial y sin el uso de mascarilla pudiera aparecer un rebrote.
Una persona no tendrá la seguridad de que la otra, desconocida y que está a su lado, se ha vacunado y está protegida del virus. Al estar desprotegida puede ser portadora asintomática y ponerla en riesgo al resto.
Hay investigaciones que señalan que la propagación del covid-19 es mayor antes de la aparición de los síntomas y durante los primeros siete días.
La mascarilla no solo protege a la persona del coronavirus sino de otras afectaciones como el frío de invierno y evita las alergias o enfermedades respiratorias como gripes y resfriados. Eso significa que pudieran volver a aumentar estas afectaciones a la salud.