Los destinos no tradicionales impulsaron envíos de banano

En el 2019, la finca Rosita, ubicada en la parroquia Roberto Astudillo en Guayas, produjo 3 000 cajas semanales. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

En el 2019, la finca Rosita, ubicada en la parroquia Roberto Astudillo en Guayas, produjo 3 000 cajas semanales. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

En el 2019, la finca Rosita, ubicada en la parroquia Roberto Astudillo en Guayas, produjo 3 000 cajas semanales. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

Seis destinos dinamizaron las exportaciones bananeras en el 2019. ​El 34,2% de los envíos realizados entre enero y noviembre del año pasado correspondieron a países de Oriente Medio, Asia, Europa del Este, África, Oceanía y EFTA. ​

La demanda de estos mercados compensó la reducción de envíos a los destinos tradicionales, como la Unión Europea (UE) y Rusia, que registraron una caída de 17,4%. ​

Según datos de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), en los 11 meses del 2019 se exportaron 322,7 millones de cajas, un 1,65% más frente al mismo período del 2018.​ El gremio considera un “crecimiento bajo”, ya que cerraría el año con un aumento anual menor al 2%.

Raúl Villacrés, director (e) de AEBE, dijo que los mercados no tradicionales aportaron el volumen suficiente para que las exportaciones no disminuyeran. De la cifra global, los seis destinos aportaron con una demanda de 110,4 millones de cajas.

En Japón, por ejemplo, Ecuador es el segundo exportador después de Filipinas.​

Argelia registró un crecimiento del 258,3% y se espera que ese ritmo siga este año, explicó Villacrés. Para el presente año se calcula que la fruta se consolidará en las exrrepúblicas soviéticas, donde Ecuador es el principal proveedor.

En el caso de China, habrá que esperar cómo se presenta el panorama, ya que Colombia y México han puesto “su mirada en ese mercado”, donde su fruta ingresa con cero arancel por los acuerdos comerciales.

La empresa Agzulasa ha optado por diversificar su mercado con estos destinos. ​

Marianela Ubilla, representante de la exportadora, indicó que Ecuador pudo sacar ventaja cuando Filipinas se centró en exportar a China y dejó de lado la zona de Oriente Medio. “El espacio quedó abierto y el país lo aprovechó”. ​Además, indicó, estos destinos recibieron el producto que no se pudo colocar en la UE. ​

El consumidor europeo está demandando más otro tipo de frutas exóticas, como aguacate, piña, melón, arándanos. A esto se suma que competidores como Guatemala ofrecen un banano que es USD 0,50 más barato que el ecuatoriano.

La demanda de la fruta por parte de la UE ha llegado a un techo que ya no va a crecer, advierten exportadores. Todo ello explica por qué ese mercado ya no es tan rentable como era antes, señala Richard Salazar, director ejecutivo de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec).

Cree que el gran desafío es mantener los actuales envíos a ese destino, que sigue siendo el principal para el país. Un elemento positivo es que Ecuador ahora compite con Colombia y Perú en igualdad arancelaria, ya que desde este año los tres pagan 75 euros la tonelada. ​

A escala interna, el banano enfrenta tres grandes desafíos. Desde agosto pasado, el sector mantiene la alerta para evitar el ingreso del hongo Fusarium raza 4, que fue detectado en Colombia. Esto demandó la implementación de planes de bioseguridad dentro de las fincas. Otra medida fue levantar grandes estructuras de desinfección y control en puertos y aeropuertos. ​

Para Édgar Morales, administrador de la finca María Paula, esto representó un incremento del 10% en sus costos de producción por caja. ​

Al ingresar a su finca, en la parroquia Roberto Astudillo, en Guayas, se observan los pediluvios (áreas de desinfección de calzado para el ingreso a fincas) y las cercas vivas sembradas alrededor de las plantaciones. ​Aún le faltan detalles para cumplir con todos los parámetros de bioseguridad. El productor tiene 90 días para completar esa tarea.

Otro reto antes de que terminara el 2019 fue desvirtuar la presencia de la mosca jorobada en la fruta enviada a Rusia. ​

Gustavo Martínez, subsecretario de Musáceas del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), indicó que se ha realizado una rápida intervención para evitar una posible restricción a ese país. ​“Las autoridades de ambos países tienen comunicación directa y se ha enviado toda la información requerida”, dijo. ​

Agrocalidad,
en articulación con Iniap, ha ejecutado inspecciones a más de 14 fincas para constatar que no existe presencia del insecto.​

Rusia es el segundo destino en monto de envíos, con 68,5 millones de cajas, después de la UE. Ecuador es el principal proveedor de ese mercado.

Por tratarse de uno de los nichos de mayor importancia, se han reforzado los controles en puertos y se armó un nuevo protocolo para enviar la fruta a ese país. Para mediados de este mes está previsto que una comitiva del sector público y privado viaje a Rusia para atender este asunto, aprovechando la Fruit Logistic, en Alemania.

Además, está previsto que en esos días el mismo equipo visite Bruselas, para solucionar el tema sobre Límites Mínimos de Residuos (LMR), que exige la UE en el uso de plaguicidas.

Estos tres puntos son parte de la hoja de ruta que el sector ha trazado para el 2020. ​El clúster bananero, que lo conforman cinco gremios de productores y exportadores, solicitó al MAG y al Ministerio de Comercio Exterior que se retomara la agenda de Tratados de Libre Comercio para este 2020.

Entre los pedidos está la respuesta del Gobierno para agilitar la pronta aprobación del tratado con el EFTA y dinamizar las relaciones comerciales con Asia, Canadá y Euroasia. ​

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