En junio pasado, se realizaron inspecciones e intervenciones en los distribuidores. Foto: Archivo / EL COMERCIO
La central hidroeléctrica más grande del país, Coca Codo Sinclair, está nuevamente bajo la lupa de la Contraloría General del Estado (CGE).
Ayer 14 de noviembre del 2018, durante la lectura del informe borrador del examen especial que se realiza a la ejecución, terminación, liquidación y recepción de los contratos de construcción y fiscalización; y operación y mantenimiento de la obra, se informó que se han generado perjuicios al Estado y se ha puesto en riesgo la operación de la central.
En esta hidroeléctrica, que está operativa hace dos años, el órgano de control ratificó la existencia de fisuras en los distribuidores. Estas fallas fueron ya detectadas en estas piezas en 2014 y la empresa Consulting Inspection Services (CIS) confirmó su existencia en 2015. Los distribuidores, ubicados en la casa de máquinas, receptan el caudal que viene con fuerza por la caída y luego se transporta a las turbinas para generar energía.
En promedio, en el período analizado entre el 16 de diciembre del 2015 y el 30 de abril de este año, se han identificado 7 648 fallas. Las más grandes tienen 38 centímetros.
El problema se produce, según Contraloría, porque la empresa Sinohydro Corporation, que está a cargo de esta obra, empleó materiales no homologados para construir los ocho distribuidores, no efectuó un adecuado control de calidad ni aplicó procedimientos técnicos para soldar las fisuras. “El procedimiento de reparación no fue el adecuado”.
Esto ha obligado a que la contratista repare estas fallas en dos ocasiones, en el 2015 y el 2018, debido a que la presencia de estas fisuras es recurrente.
El informe borrador únicamente reporta las fisuras que se han determinado en las áreas externas y de acceso, pero hay partes que están cubiertas por hormigón y planchas de acero, por lo que es imposible determinar si existen más fallas. Una valoración completa requeriría quitar todo el hormigón de la casa de máquinas, para la que se destinaron USD 1 010 millones.
Este monto equivale a casi la tercera parte de los USD 2 851 millones invertidos en esta obra considerada emblemática por el Gobierno anterior.
Otras piezas que presentan problemas son los rodetes de las unidades 4 y 6. Estos mecanismos permiten que las turbinas giren con la fuerza del agua y luego produzcan energía.
Sin embargo, estas piezas no han sido intervenidas, según Contraloría, porque Sinohydro no atiende los pedidos en los tiempos establecidos contractualmente ni soluciona de manera efectiva los defectos comunicados por la empresa Coca Codo Sinclair, que opera esta hidroeléctrica.
Al corte de este examen especial, el 30 de abril pasado, se contabilizaron 171 defectos en la central hidroeléctrica sin atención o solución.
Además, existen otros incumplimientos en los trabajos. Uno de ellos se refiere a la construcción del campamento permanente de operación. Esta obra tiene un avance del 76,3%, por esto la Unidad de Negocio de Coca Codo Sinclair debe incurrir en gastos de transporte para el personal técnico y administrativo desde el campamento hasta la central hidroeléctrica. Para este rubro se han destinado USD 763 560.
Sinohydro tampoco cumplió con el plan de capacitación y entrenamiento continuo del personal operativo de la hidroeléctrica, conforme los requerimientos técnicos.
En el tema ambiental, el informe previo señaló que los responsables de la gestión ambiental de Coca Codo Sinclair no presentaron al Ministerio del Ramo los términos de referencia para contratar y ejecutar las auditorías ambientales, en los períodos 2014-2016 y 2016-2018. Tampoco se tramitó la emisión de la licencia ambiental para la fase de operación del proyecto.
En el manejo de los desechos que se generaron en el campamento de operación permanente y la distribución de combustible se evidenció también inobservancias de la firma china.
Para buscar una salida a esta situación, Celec ha solicitado que la constructora contrate un grupo de expertos que audite y verifique la situación actual del proyecto, establezca recomendaciones y valore costos, de ser el caso.
El Gobierno actual ha resuelto no recibir la obra hasta que Sinohydro cumpla con los requerimientos del contrato.
Coca Codo Sinclair, que tiene una potencia máxima de 1 500 megavatios (MW), opera en promedio a 900 MW y 1 200 MW, según información del Ministerio de Energía.
Según esa Cartera de Estado, Coca Codo no opera a su potencia total porque entrega energía en función de los requerimientos del Operador Nacional de Electricidad.
Según Ricardo Buitrón, consultor en proyectos hidroeléctricos, los defectos hallados representan un riesgo para la vida útil de la central, puesto que se ubican en la parte de la central que más presiones soporta. Las fallas “tienen una influencia directa en la eficiencia de las unidades porque reducen su generación y, por ende, los beneficios esperados”.