En las zonas altas de La Maná y Pujilí no se realiza el dragado de los afluentes. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
El dragado de los ríos y la limpieza de esteros en las zonas subtropicales se realizan a medias en las zonas consideradas en peligro de inundaciones por la Secretaría de Gestión de Riesgo (SGR) de Cotopaxi.
Las autoridades de los municipios de Pujilí, Sigchos, La Maná y Pangua solicitaron el apoyo con personal y maquinaria de la Prefectura de Cotopaxi y del Ministerio de Transporte y Obras Públicas para realizar estos trabajos de mitigación frente a la posible llegada del fenómeno de El Niño. Cotopaxi es una de las 17 provincias que sería afectada por el fenómeno.
Los equipos que poseen los cabildos no son suficientes para atender las obras que deben efectuar. Juan Villamar, alcalde de La Maná, espera que mientras dure el estado de excepción se pueda movilizar la ayuda necesaria para enfrentar el evento climático.
Villamar explicó que las obras deben ejecutarse antes de que finalice el verano. “Aún no tenemos una respuesta de cuándo va a llegar la maquinaría del Estado. Hemos solicitado la construcción de muros de contención con piedra escollera. Estos son más fuertes que el de gaviones y la fuerza del río no podría destruirlos fácilmente”.
Unas enormes piedras se encuentran apiladas a lo largo de las riberas del río San Pablo. Detrás de esta muralla se halla un muro de gaviones de 1.5 metros de alto cubierto con maleza. Las barreras artificiales protegerían a unas 800 familias asentadas en las comunas El Triunfo, Riberas San Pablo, 26 de Octubre y zonas bajas del centro de La Maná ante una eventual crecida del afluente.
La mayoría de las casas fue construida con caña guadúa, tabla o bloque y los techos de zinc. Martha Contreras vive con sus siete hijos en una vivienda de la comuna El Triunfo. El muro de gaviones separa su mediagua con el río San Pablo. El piso de su pequeña casa, cuyas paredes son de vetustas cañas guadúas, es de cemento. “Tendría que coger a mis hijos y mudarme a la zona alta de la ciudad. Si el río se desbordara perdería lo poco que tengo y las culebras nos podrían morder”.
El puente que une a los barrios del norte de la ciudad con el centro de la urbe está corroído. Junto a la infraestructura metálica y de un carril se ubica la casa de madera de Fernando Tanguila. El amazónico, de 76 años, es el encargado de anotar en unas hojas blancas con los sellos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) si el caudal del San Pablo aumentó o disminuyó.
La tarea encomendada debe realizarse en horas de la mañana y en la noche.
El hombre indicó que las bases del único puente de La Maná están desprotegidas del agua. “Las últimas lluvias dañaron los cimientos y con las fuertes precipitaciones que se avecinan podrían destruirlo. Las aguas ya se llevaron un poco de piedras que servían de protección”.
Otros de los sectores que podrían ser afectados por las inundaciones son las parroquias Guasaganda y Pucayacu. En las cercanías de las plantaciones de naranja, yuca, verde, maíz, piñas y papaya atraviesan alrededor de cinco afluentes.
Elsa Arias, vecina de Pucayacu Chico, comentó que el río les dejó incomunicados en las últimas lluvias. La agricultora, de 36 años, aseguró que un puente de cemento y tres peatonales fueron destruidos. “No hemos visto maquinaria pesada que drague los ríos, que para nosotros es una solución parche. Las autoridades deberían hacer muros para proteger nuestras casitas”.
Las autoridades del Comité de Operaciones de Emergencia de Cotopaxi solicitaron un informe sobre los sitios donde podrían funcionar los posibles albergues en los cantones del subtrópico. Además de desarrollar talleres sobre los proyectos de mitigación que el Estado ofrece.
Pablo Morillo, coordinador zonal de la SGR, comentó que un plan de apoyo está listo si hay familias que tengan que salir de sus casas.
El funcionario informó que los técnicos de los cabildos cuentan con mapas de las posibles afectaciones, por causa de las inundaciones. “Hemos creado tres mesas de trabajo en el COE que están coordinando la ayuda para mitigar los impactos del fenómeno”.