Caracas. Reuters
Venezuela confirmó ayer el asesinato de al menos 10 integrantes de un equipo de fútbol colombiano secuestrados en un estado fronterizo a principios de mes, incidente que podría tensar aún más las deterioradas relaciones entre los enemistados países vecinos.
El vicepresidente venezolano, Ramón Carrizalez, dijo en conferencia de prensa que los cuerpos fueron encontrados ajusticiados en diversas áreas del occidental estado Táchira, uno de los principales pasos en los 2 200 kilómetros de frontera entre Venezuela y Colombia.
“Hay elementos interesantes que van apareciendo en la investigación que pudiera apuntar hacia un enfrentamiento (entre ellos)”, dijo el funcionario, señalando que secuestrados y secuestradores podrían pertenecer a fuerzas irregulares del conflicto interno de Colombia.
Los asesinados, que se desempeñaban como vendedores informales en transportes públicos, según versiones de prensa, fueron secuestrados el 11 de octubre cuando jugaban al fútbol en Fernández Feo, localidad del estado Táchira. El jefe de la Policía Científica Venezolana, Wilmer Flores, dijo a periodistas que la matanza pudo haber sido cometida por grupos armados ilegales que actúan en la región fronteriza. Uno de 12 los secuestrados sobrevivió al ataque, mientras otro permanece desaparecido, según las autoridades.
Miles de ciudadanos son secuestrados en la zona cada año. La oposición gobierna dos estados de la frontera donde operan grupos armados irregulares.