Luis Cheme. Manta
El milagro no se concretó para Liga de Quito. Los albos necesitaban ganarle ayer al Manta por una diferencia de tres goles y esperar que el Deportivo Quito caiga ante Macará para clasificarse a la final.
La contrafigura
Christian Lara estuvo flojo en su función
Su aporte a la zona ofensiva de Liga de Quito fue nulo. Durante todo el partido recibió llamados de atención del DT Jorge Fossati. Tuvo problemas en el traslado de la pelota y fue absorbido por la marca de los volantes centrales del Manta.
La figura
Nicolás López tuvo
su premio con el gol
Pese a que no tuvo una buena actuación, el DT Fabián Bustos lo mantuvo en el campo de juego y no se equivocó. La acción del gol fue la oportunidad más clara que tuvo en el partido y no la desperdició.
Pero eso no ocurrió. Los albos perdieron frente al Manta 1 – 0 y tendrán que disputar el tercer cupo a Libertadores contra Emelec.
El técnico Jorge Fossati sabía que conseguir el paso a la final era complicado. Por eso prefirió no alinear a sus mejores jugadores y preservarlos para la final de la Copa Sudamericana, torneo que se convirtió en la prioridad del equipo después de la derrota del lunes anterior ante los chullas.
Pese a eso, el equipo suplente que alineó el DT uruguayo fue superior al Manta en todas sus líneas. Hizo rotar la pelota, se entretuvo con ella e hizo primar el juego ofensivo en los 90 minutos.
Los albos cumplieron a cabalidad las instrucciones que, con su vozarrón característico, daba Fossati desde la zona técnica. Ayer arengaba a sus jugadores y pedía que sus asistentes lo mantengan informado de lo que pasaba en el estadio Atahualpa entre Deportivo Quito y Macará.
En las gradas ocurrió algo parecido. Los cerca de 100 hinchas de Liga que viajaron desde Quito a Manta no despegaron la mirada de la cancha del Jocay, pero también preguntaban a los que llevaron radio qué sucedía en el estadio Atahualpa.
El planteamiento de Fossati para este partido no varió. Ubicó una línea de tres defensores comandada por Ulises de la Cruz y complementada por Renán Calle y Diego Calderón. Los tres no tuvieron inconvenientes para controlar los esporádicos ataques que generó el Manta en la primera etapa del cotejo.
El cuadro local, dirigido por el argentino Fabián Bustos, fue cauteloso en la primera etapa. El centro delantero Jaime Ayoví, una de las principales figuras del equipo manabita, fue absorbido por la marca de Calle. El central albo tuvo problemas para acoplarse al juego de De la Cruz al inicio del partido, pero después que pasaron los minutos lograron consolidarse en la zaga.
El medio campo de Liga tuvo más dinamismo que el de los locales. Christian Lara fue el encargado de manejar el balón y generar jugadas de peligro en el área rival. En ocasiones pudo hacerlo, pero Claudio Graf no le dio el apoyo necesario en la ofensiva. El más insistente en esa función fue Franklin Salas.
La primera etapa del compromiso estuvo matizada por un juego impreciso de los dos equipos. Eso provocó desesperación tanto en Fossati como en Bustos, quienes desde la banca pidieron más profundidad en los ataques.
El Manta intentó adueñarse del medio campo, pero la labor de marca de Pedro Larrea borró a los volantes ofensivos rivales, quienes al no tener espacios en los últimos tres cuartos de cancha, bajaron unos metros.
Con los cambios que los dos técnicos realizaron en la segunda etapa el cotejo ganó más ritmo. En ese momento, el trabajo para los arqueros fue más exigente ta el punto que José Cevallos se convirtió en la figura de Liga, después de los 75 minutos.
Liga respondió con la potencia de Danny Vera, quien tuvo dos oportunidades claras de concretar, pero sus remates salieron desviados por encima del travesaño.
En los últimos minutos del cotejo, el árbitro José Carpio le hizo gesticulaciones al asistente para que exhibiera dos minutos como adición.
En las gradas, la hinchada del Manta y de Liga empezaba a retirarse del estadio cuando en los adicionales, Nicolás López logró, después de varios intentos, vencer al arquero Cevallos con un remate de cabeza.
Al final, Liga mostró esa consistencia ofensiva en su medio campo, pero erró en la defensa, zona que pasa apuros cuando la presionan con ataques ofensivos, especialmente aéreos.