El árbol centenario del parque La Alameda fue quemado durante las protestas del 11 de octubre del 2019

Así lucía el imponente ciprés que -con el paso de los años- se convirtió en un ícono del parque La Alameda. Foto: Tomada de Google Maps, Luis Ernesto Bustillo, mayo 2015.

Durante más de 200 años, fue el ‘guardián’ del desarrollo del parque La Alameda, en el centro de Quito. Era un árbol imponente y el más ancho de la zona verde con cerca de dos metros de diámetro. Aunque ya estaba seco, fue escenario de fotografías de quiteños y turistas, además de ser el hogar de pequeños animales. Pero el pasado 11 de octubre del 2019, un grupo de personas encendió fuego al ciprés en medio de la paralización nacional en contra de la medidas económicas que el Gobierno anunció el martes 1 de octubre.
Sebastián Rivera trabaja en el parque La Alameda y observó el momento en el que se incendió el árbol que tenía unos huecos en su borde. Él dice que una turba llegó al lugar y encendió el fuego para que comenzara a arder desde adentro.
El sábado 12 de octubre, moradores y comerciantes alertaron al Cuerpo de Bomberos para apagar el fuego, pero no pudieron llegar. Entonces, otros espacios verdes fueron tomados por los manifestantes para formar fogatas. Esa era la estrategia de defensa de las personas -anotó Rivera- para protegerse de las bombas lacrimógenas.
El fuego continuó extinguiendo al árbol hasta que el domingo 13 de octubre, los guardias del parque lograron sofocarlo. Ellos lanzaron agua y usaron una manguera mientras el humo se extendía en la zona.
Este miércoles 16 de octubre, un nuevo árbol fue plantado junto a los restos ciprés quemado. Fue bautizado como el ‘árbol de la reconciliación’, un mensaje para que ese tipo de agresiones contra la naturaleza no se vuelvan a repetir.
Según las autoridades, el imponente árbol se secó desde hace cuatro años, pero también crecían ramas en sus bordes. Sobrevivió dos siglos en La Alameda, que también es hogar de secuoyas, cedros y especies nativas de finales del siglo XX.
El ‘guardián’ -como lo llamaban quienes acuden continuamente al parque La Alameda- ahora forma parte de los 5 000 árboles que resultaron dañados parcial o totalmente, según el balance de la Secretaría de Ambiente del Distrito.
Hasta el viernes 11 de octubre, la Empresa Pública Metropolitana de Obras Públicas informó que 7 500 metros cuadrados de jardinería fueron destruidos con una pérdida de USD 304 224. Solo en el Centro Histórico se afectaron 500 árboles, lo que representa un daño de aproximadamente USD 150 000.