La operación comercial del Metro de Quito está planificada para marzo y aún hay temas pendientes.
Todavía no han dado una fecha exacta, pero según las últimas declaraciones del alcalde, Santiago Guarderas, a partir del próximo mes, los usuarios podrán cancelar un pasaje y movilizarse en tren.
Garantizar la operatividad, la eficiencia y la sostenibilidad de este sistema de transporte es uno de los retos del alcalde electo, Pabel Muñoz.
Él, en sus primeras declaraciones ha manifestado que a su criterio la operación comercial será para mayo y que quizás se está acelerando políticamente el inicio de la operación comercial.
Los expertos en movilidad y planificación Juan Francisco Arias, Cristóbal Buendía y Alfredo Viteri identificaron los cinco temas pendientes que se deben resolver para garantizar la correcta operación del Metro de Quito.
Sin pasajeros el Metro no podrá operar
La programación y planificación de la alimentación de buses hacia las estaciones del Metro es clave. El Metro es una gran troncal, pero la red que está detrás y que la alimenta es igual de importante y a estas alturas debería estar diseñada y panificada e implementada.
Así se permitirá que los pasajeros lleguen desde todas partes. No basta con las rutas que en el momento operan en superficie. Si nada cambia, el Metro tendrá baja demanda.
Y la restructuración de rutas y frecuencias que lidera la Secretaría de Movilidad no avanza a pesar de estar a un mes del inicio de la operación comercial.
El sistema de recaudo del Metro es clave
Se debe contar con un sistema electrónico de cobro que integre a los sistemas municipales de transporte (Trolebús y Ecovía) con el transporte convencional y el Metro.
Para eso se necesita el sistema de recaudo instalado tanto en los corredores municipales como en el Metro y en los buses convencionales.
La inclusión de estos últimos implica una inversión de los transportistas, lo que tomaría tiempo, por lo cual la integración debería hacerse por fases.
El espacio público es importante
La integración física en superficie entre las paradas de los buses y las de Metro es fundamental. El espacio público por donde caminarán las personas hacia las estaciones (veredas, parques, etc) debe ser seguro, bien señalizado e iluminado.
Debe permitir hacer el trasbordo de manera fácil y sin riesgos. Se debe tomar en cuenta que la afluencia hacia esas zonas será mucho mayor y que necesitarán zonas seguras para caminar y cruzar, y eso aún no está concretado.
El Metro debe motivar sistemas alternativos de movilidad
El objetivo de mejorar el transporte público es que las personas prefieran dejar el auto en casa e incentivar los medios alternativos como bicicletas o escúteres.
Ningún sistema de transporte del mundo funciona por sí solo, si no que se complementa con caminerías, ciclovías, etc. Las personas deberían contar con estacionamientos para bicicletas, por ejemplo, o deberían poder llevar sus bicis en el tren. La bicicleta pública debe repotenciarse y debe haber una conexión de ciclovías y estaciones.
El Metro debe buscar otros ingresos
Según el Municipio, en una primera etapa, el Metro movilizará entre 150 000 y 200 000 pasajeros, es decir no va a cubrir sus costos de operación y tendría un déficit. ¿Cómo se lo va a suplir? Con recursos municipales.
Por lo que se debería buscar formas de generar otros ingresos aparte del pasaje, podría ser por ejemplo, con publicidad. Caso contrario ese monto deberá salir de las arcas municipales.
Los tres expertos coincidieron en que además es clave transparentar la información de los avances y del inicio de operación, lo que incluye, dotar al Metro de una mejor capacidad institucional a nivel técnico para que den las respuestas necesarias a la ciudad.
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