La Empresa Agua de Quito afirma que las fuentes de agua de la capital están preservadas y las lagunas mantienen su nivel pese al verano. Pero siguen las pérdidas por fugas, desborde de tanques, conexiones ilícitas, entre otros casos. Hay dos proyectos para mejorar el servicio.
La cobertura del servicio de agua en Quito supera el 98,5%. ¿Por qué las últimas semanas ha habido desabastecimiento en varios sectores?
Hay varios sectores del Distrito que tienen dificultades por el gran crecimiento poblacional y la falta de inversión de administraciones pasadas: Calderón, San Antonio, Pomasqui, Calacalí, las parroquias orientales y el valle de Los Chillos. En verano bajan los caudales y aumentan los consumos entre 15% y 20% en la capital, lo que afecta la distribución.
¿Qué están haciendo para solucionarlo?
Para los sectores del norte firmamos un contrato hace un mes. Es el primero de tres, que son parte del proyecto Paluguillo-Calderón. Este incluye dos tramos de conducción y una nueva planta de agua potable
en Calderón.
El primer tramo está en construcción y costó USD 42,6 millones. El segundo está en proceso de evaluación y adjudicaremos a fin de mes por USD 42 millones. La nueva planta también está en evaluación de oferta y firmaremos las primeras semanas de noviembre, por USD 16 millones. Se prevé terminar en tres años.
Ese proyecto lo arrancaron hace cuatro años, ¿qué pasó?
Estuvo estructurado al final de la administración en 2018. Luego se paralizó dos años y medio. Cuando llegamos, lo reactivamos, lo licitamos y estamos por fin iniciando la construcción.
Y, ¿mientras tanto?
Hay una interconexión desde Carretas hasta el tanque de San Juan de Calderón. Ese proyecto será reactivado, pues estuvo paralizado. Está siendo licitado y esperamos a fin de año tener contratado. Estará listo en un año.
¿Qué pasa con las parroquias orientales?
Terminaremos de construir, en el primer trimestre de 2023, un proyecto que resolverá definitivamente el abastecimiento de las siete parroquias orientales, hasta 2050. Son más de 100 km de tubería, 25 tanques nuevos de almacenamiento y un costo de USD 28 millones.
Y, ¿para Los Chillos?
Vamos a hacer la optimización del proyecto Volcán-El Chorro. Mejorará en unos 50 litros por segundo el abastecimiento. Pero no es la solución definitiva. Para esa, recién se harán los estudios.
¿Cuánta agua se pierde en Quito?
El agua no contabilizada es de alrededor del 30%, entre pérdidas técnicas (fugas, roturas, desborde de tanques) y pérdidas comerciales (conexiones ilícitas, robo de agua, subfacturación).
Suena a que es bastante
Sí, pero en realidad no lo es tanto. Es mejor que el promedio de América Latina, donde se pierde hasta el 40%. En Ecuador hay ciudades como Esmeraldas, donde se pierde el 90%. Ahora, claro, hay ciudades ejemplares en Europa donde se pierde solo 5%.
Si no hubiese esa pérdida, ¿el agua alcanzaría?
Sí, habría mayor disponibilidad. Un sistema sin pérdidas no es posible. La red de Quito tiene más de 5 600 km de tuberías.
La ciudad sigue creciendo. ¿Qué va a pasar a futuro?
Eso plantea un desafío. Los dos proyectos mencionados que ya están en construcción; el tercero, que hay que desarrollarlo para Los Chillos, va a resolver el problema en esas áreas de gran crecimiento. Vamos a financiarlos con un crédito por USD 40 millones. Además, vamos a ampliar la planta de Bellavista, que ya tiene más de 30 años.
¿Cómo están las fuentes de agua?
Afortunadamente, Quito sí tiene disponibilidades adicionales de agua. Tiene una ventaja gracias a diversas fuentes: las del Pichincha-Atacazo, del río Pita-Cotopaxi, del Antisana-La Mica, y las del oriente Oyacachi y Papallacta que abastecen a Paluguillo y Bellavista. Vienen de páramos y la Epmaps ha tenidos dos grandes aciertos en años anteriores.
El primero es haber creado, en 2001, el Fondo de Protección de Agua de Quito (Fonag). Y el otro: hace más de 10 años compró las haciendas que antes estaban en manos particulares y hoy son propiedad de la empresa. Esa es la fábrica de producción de agua.
Son más de 20 000 hectáreas de páramos. Eso, con el proyecto de ríos orientales, puede abastecer a la ciudad hasta finales de siglo.
¿Cómo está el abastecimiento de las lagunas de donde viene el agua?
En los períodos lluviosos aumentan los caudales; en verano baja la reserva de agua, pero están en niveles normales. Las lagunas principales -Mica, Salvefaccha, Sucus y San Juan- tienen embalses con adecuada disponibilidad.