Édison Calvachi Cruz
Ni pena ni tristeza, peor celebración por esta fecha oprobiosa deberíamos tener los americanos y los ecuatorianos a pesar de que fue un día que marcó el fin de una cultura.
Me pregunto cuántos adelantos científicos, culturales y sociales habríamos celebrado si no hubieran osado poner sus plantas aquellos ibéricos sedientos de avaricia y poder .
He leído en un Suplemento de la Embajada de España que “celebra el 12 de octubre como un hito en su historia, una fecha que significó el inicio de un devenir que desembocó en lo que somos hoy”.
España suscitó el hundimiento cultural de un pueblo, provocó genocidio y exterminio a través del abuso del poder a lo largo del tiempo histórico de la Conquista y la Colonia.
Pedir perdón sin restitución no cabe, hoy en día nuestro pueblo emigrante en España y en Europa sufre la misma esclavitud a la que fue sometida en su propia tierra; bueno sería que para recibir con buen sentido el perdón por la agresión se abran las puertas para el libre ingreso de nuestros compatriotas, bajo reglas que permitan conseguir trabajo; que Italia despenalice la ley del migrante ilegal (ley inhumana en pleno siglo XXI).
¿Qué delito comete el ser humano que busca nuevos rumbos en busca de un trabajo honrado como lo hace el ecuatoriano en otros lares si en nuestro país, el Gobierno nos lleva a la miseria, por el alto índice de desempleo, prueba de ello la delincuencia e inseguridad que ya no tiene nombre?