Los precios de los bienes inmuebles en Quito llevan 23 meses consecutivos de caída. De esa forma, se ubican entre los de menor precio de venta en América Latina.
De acuerdo con el informe de mercado del portal Plusvalía, el metro cuadrado de un bien inmueble en Quito se ubicó en USD 1 256 hasta mayo de 2022. Esto representa una disminución de 0,2% respecto al mes previo.
El decrecimiento del valor de venta de casas, departamentos y otros inmuebles se ha mantenido en, al menos, los últimos dos años. Es así que, desde julio de 2020 a mayo pasado, el descenso en el precio ha sido del 6%.
Henry Yandún, representante del gremio Constructores Positivos, afirma que la limitada variación de costos, con tendencia a la baja, se debe a la sobreoferta de los proyectos que existen actualmente en el mercado. Esto debido a que muchas construcciones se paralizaron y algunas obras terminadas no tuvieron compradores, principalmente en los primeros meses de la pandemia. Estas ahora se están ofertando en el mercado, donde hay iniciativas inmobiliarias que surgen constantemente, agrega.
Es por eso que, ante mayor oferta, el sector ha decidido mantener los precios o bajarlos para impulsar las ventas de bienes inmuebles. Para Yandún, esto se evidencia de mayor forma en la capital por la gran cantidad de obras. “Al menos hay unos 280 constructores, lo cual genera una libre competencia, que se refleja en la flexibilidad de precios”, dice.
Además, hay proyectos inmobiliarios de hasta tres años atrás, que recién se están entregando, asegura Jaime Rumbea, director ejecutivo de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Vivienda del Ecuador. “Existen contratos de promesas de compra-venta que se están consolidando ahora y que fueron firmados hace un par de años con un precio fijo. Hay una cláusula de reajuste de precio, que no se ha disparado masivamente”.
Es necesario aumentar demanda de bienes inmuebles
Como en diversas actividades productivas, la construcción también siente el incremento de los costos de los bienes e insumos importados. Esto es consecuencia de la inflación mundial y los problemas logísticos que persisten desde el inicio de la pandemia. Pese a ello, el sector no puede trasladar esos montos a los clientes, para no perder las ventas, recalca Yandún.
La construcción busca recuperarse, luego de más de tres años de encontrarse en decrecimiento. Según el Banco Central del Ecuador, en el primer trimestre de 2022, tuvo una contracción de 0,5%.
Para que el sector pueda elevar precios y evitar pérdidas, es necesario aumentar la demanda, a través de mayores facilidades para el acceso a crédito hipotecario, asegura Patricio Álvarez, gerente de Álvarez Bravo Constructores. De enero a junio de este año, la banca privada entregó 15% más de recursos para créditos de vivienda que en en igual periodo de 2021.
Quito, con menor variación de precios
Los precios de los bienes inmuebles en la capital varían según la zona. Cumbayá e Iñaquito son las que tienen el metro cuadrado más caro. Sus precios son de USD 1 658 y USD 1448, respectivamente.
En cambio, las parroquias que corresponden a la administración zonal Eloy Alfaro son las que tienen precios más baratos. El más bajo llega a USD 602
A comparación de otras ciudades de la región, Quito está entre las de bajos precios en venta de bienes inmuebles. Así lo destaca el Relevamiento Inmobiliario de América Latina (RIAL) desde el año pasado.
La capital ecuatoriana solo se encuentra por encima del precio de venta de inmuebles de ciudades argentinas como Buenos Aires o Córdoba, cuyos valores han tenido afectación por la devaluación de la moneda de ese país. Por ejemplo, ahí el costo es de unos USD 1 337.
Capitales de países vecinos como Lima y Bogotá son más caras. En estas ciudades los costos son de USD 20 38 y USD 1 318, respectivamente.
Según Plusvalía, las urbes que nominan los precios de sus inmuebles en su moneda local registraron incremento de precio. Mientras, aquellas que fijan precios en dólares registran una caída.
Yandún señala que la dolarización en Ecuador es una ventaja para poder tener precios estables y, además, garantizar el cumplimiento de los pagos de créditos hipotecarios, a lo largo del tiempo.