Llegó como todos los años, es estacional. La temporada seca en el sur del país conlleva la utilización de una cantidad considerable de agua acumulada en la presa Mazar, para que Paute no se desabastezca.
Primero es menester valorar que la construcción del embalse Mazar, aguas arriba de la presa Daniel Palacios, fue indispensable. Fue una obra postergada durante décadas, que empezó el Gobierno de Gutiérrez y a la que el presente Régimen dio importancia. A esta hora con un estiaje como el actual ya estaríamos contando las horas para entrar en apagones con el impacto negativo en la economía nacional que ello acarrea.
Es imperioso agregar, para que se tomen las precauciones y se advierta a la colectividad si hiciere falta, que el plan de instalación y acondicionamiento de plantas térmicas para completar el consumo eléctrico podría presentar retrasos. En ese escenario, si la sequía en el sur del país se prolonga como suele ocurrir, podría fallar el abasto energético hacia enero o febrero.
A lo comentado cabe añadir que la Central Hidroeléctrica San Francisco, que cubre alrededor del 10% de la demanda nacional, ha entrado en un proceso de mantenimiento por los próximos cuatro meses. Dichas tareas estarán a cargo de los técnicos de la constructora Odebretch. Vale la pena recordar que San Francisco entró en operación en junio de 2007, pero un año más tarde se paralizó por daños en la obra civil y en la maquinaria. Un conflicto que tensó la cuerda de las relaciones con la empresa de Brasil y terminó con acuerdos y el desvanecimiento de glosas en Contraloría y el pronunciamiento de la Procuraduría. Odebretch sigue en el país pero San Francisco paraliza. Las autoridades deben tomar los recaudos para evitar desabastecimiento de energía y sus impactos negativos.