La historia de la ciudad alemana de Wolfsburgo y de la mítica fábrica de Volkswagen (VW) se relacionan desde hace 75 años, cuando Adolfo Hitler construyó una fábrica para crear “un auto para el pueblo” y levantar una ciudad para albergar a sus trabajadores.
Esta localidad ubicada en el norte de Alemania es un monumento al poderío industrial del país, por lo que celebró su aniversario con vehículos históricos y el mayor desfile de automóviles del mundo, donde no faltó el legendario Escarabajo de Volkswagen. No obstante, la mítica fábrica no participó en los actos de la celebración y mantuvo sus puertas cerradas, debido a su oscuro pasado relacionado con el peor dictador alemán y de la historia.
“Wolfsburgo y VW comparten sus orígenes. Son parientes muy cercanos”, indicó el presidente del comité de empresa de VW, Bernd Osterloh. “Hasta ahora, los trabajadores de la compañía se han beneficiado de la ciudad, como esta urbe lo ha hecho de sus numerosos trabajadores”, agregó.
Este lugar no existiría si Hitler no hubiera tenido la idea de crear una empresa en un lugar, donde hasta entonces solo existían un castillo y el canal que une Berlín con la Cuenca del Ruhr. Sin embargo, era una zona central geográficamente dentro del Tercer Reich de Hitler.
El origen de Wolfsburgo se remonta al 1 de julio de 1938 cuando se inauguró oficialmente la ciudad a orillas del río Aller, bajo el nombre de “Stadt des Kraft durch Freude” o “la ciudad de la fuerza a través de la alegría”, en relación con la organización política nazi KdF, que se encargaba de exaltar las virtudes del nazismo.
El objetivo de la ciudad era dar cobijo a los trabajadores de la futura fábrica de donde saldría el famoso Escarabajo, después de que Hitler encargara a Ferdinand Porsche la misión de construir un auto para el pueblo alemán y que alcanzara los 100 kilómetros por hora, pero que fuera, sobre todo, barato (no más de 990 marcos del Reich.) “Cuando el Nacionalsocialismo llegó al poder en 1933, el sector automotor me pareció lo más indicado para luchar contra el desempleo. La producción de automóviles en Alemania es ridículamente baja si se compara con otros países como Estados Unidos”, afirmó.
Sin embargo, lo que empezó como una industria de autos populares, en 1944 se convirtió en una productora de armamento y alrededor de dos tercios de los trabajadores fueron obligados a cumplir con estas funciones.
No fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la localidad tomó el nombre de Wolfsburgo con los británicos al mando que se desarrolló hasta convertirse en la gran urbe industrial que se conoce hoy en día.
“La decisión del Reino Unido de permitir continuar con la fabricación del Escarabajo, en 1945, dio a la empresa nuevas perspectivas de futuro”, comentó el historiador de VW, Manfred Grieger.
En la década de los 50, este auto se convirtió en el símbolo del milagro económico. Gracias a la fábrica creció la ciudad y la población con 54 000 habitantes. Más de medio siglo después hay 120 000 ciudadanos en este lugar.
“VW fue y es una garantía de que a Wolfsburgo y a la región les vaya bien”, agregó el alcalde de la ciudad, Klaus Mohrs.
Fuente: DPA