Por tres ocasiones, Daniel Miranda ha estado a punto de ser trasplantado. En el 2012 le detectaron insuficiencia renal crónica y tres años después, luego de pasar por múltiples papeleos y análisis, entró a la lista de espera del Hospital Luis Vernaza, en Guayaquil.
“Cuando aparece un donante llaman a tres candidatos, por si alguno no es del todo compatible. La última vez entré a quirófano pero no se dio. Yo sigo confiando en Dios”.
Aquella vez fue poco antes del confinamiento por covid-19. Al recordar lo que vino después, su voz se quiebra. “Vi a tantos amigos de diálisis morir por el virus; algunos también esperaban por trasplantes. Luego tuve problemas con mi fístula y casi pierdo el brazo. Fueron días terribles”.
El 2020 no solo fue un año crítico para Daniel; en el país apenas se realizaron 207 trasplantes, según el Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Indot); es el equivalente al 31% de los procedimientos desarrollados en el 2019. En el 2021 se contabilizan 152 cirugías, de enero a julio.
La emergencia sanitaria por el coronavirus dilató la espera y la reactivación de los programas de trasplante en Ecuador.
1 742 personas aguardan por un trasplante renal, hepático, pulmonar o de córneas.
El Indot explica que parte de los 58 establecimientos de salud acreditados solicitaron la inactivación temporal de sus programas, debido al alto riesgo de infección. Y para retomar las cirugías estableció varios lineamientos, que van desde la disponibilidad de camas en unidades de cuidados intensivos (UCI), tener áreas de aislamiento libres de covid-19 para el seguimiento de los pacientes, hasta una rigurosa evaluación clínica del receptor.
El Hospital José Carrasco Arteaga, del IESS en Cuenca, llegó a tener 33 camas UCI para covid. Ahora cuenta con 10 camas libres del virus y aplica hisopados al donante y al receptor, antes de los trasplantes.
Bajo ese protocolo realizaron hace poco más de un mes el tercer trasplante multiorgánico del país. Fue un paciente de 58 años, con cirrosis metabólica e insuficiencia renal. La cirugía duró 12 horas y participaron más de 40 profesionales.
“La pandemia, obviamente, incrementó la lista. Antes el hospital manejaba 38 trasplantes de riñón, el año de pandemia fue nulo y ahora llevamos siete renales y dos hepáticos. La vacunación y la disminución de ocupación en UCI han ayudado”, dice Patricio Martínez, jefe de la Coordinación de Trasplantes del hospital.
El jueves, Daniel fue citado por el Hospital Vernaza de Guayaquil para renovar sus documentos. Ese día, como una señal alentadora, se dio un operativo de trasplante, el primero desde marzo del 2020.
Marcos Rendón, jefe del área de Trasplantes del Luis Vernaza, dice que fue una cirugía hepática que benefició a uno de los nuevos pacientes en lista de espera. Por la urgencia del procedimiento, quienes fueron registrados antes de la pandemia no resistieron y fallecieron.
“Fue una operación esperanzadora. Tenemos la expectativa de retomar el programa con éxito y que la sociedad esté cada vez más consciente de la importancia de estas cirugías”.
El operativo se coordinó con el Interhospital, donde identificaron a la donante: una mujer, con diagnóstico de muerte cerebral, que dio una nueva oportunidad de vida a tres personas en Guayaquil y en Cuenca.
María Candela Ceballos es la directora técnica de esta unidad médica, donde se realizó la procuración de órganos y tejidos. Por sus 28 años de experiencia en trasplantes, asegura que en adelante se debe apuntar a la educación para crear una cultura de donación.
“Hay que empezar por los escolares, enseñarles que la donación salva vidas. Siempre se piensa: ‘si muero, quiero irme entero’; pero no se piensa que algún familiar puede sufrir insuficiencia renal, cirrosis, ceguera y otras enfermedades terminales que solo se curan con un trasplante”.
El artículo 29 de la Ley Orgánica de Donación y Trasplantes estipula que los ecuatorianos y extranjeros residentes legales, mayores de 18 años, al fallecer se convertirán en donantes, a menos que manifiesten lo contrario ante el Registro Civil. Pese a la ley, la donación no gana terreno.
Para subir las estadísticas, el Indot plantea aumentar los establecimientos de salud que identifican donantes, capacitar a los equipos técnicos y subir la tasa de donantes de 0,79 a 1,8 por millón de habitantes en lo que resta del año.