El Día de San Valentín, una fecha en que los enamorados conmemoran en todo el mundo la expresión mutua del amor, es también el momento elegido por las mujeres para traer al mundo a sus hijos, reveló un estudio que analiza la influencia de las creencias en las funciones del organismo humano.
Lo demuestra una reciente investigación de la Universidad de Yale efectuada sobre millones de certificados de nacimiento de los últimos años en Estados Unidos.
El 14 de febrero los partos naturales aumentaron un 3,6 por ciento y las cesáreas en 12,1 por ciento. Al contrario, el día en que se festeja Hallowen (Noche de brujas, 31 de octubre) los partos naturales bajaron en 5,3 por ciento y las cesáreas sufrieron un descenso del 16,9 por ciento.
“La asociación entre ambas fechas nunca había sido investigada hasta el momento. Nuestra investigación sugiere que las creencias derivadas de nuestra cultura pueden tener un gran impacto sobre las funciones del organismo, al punto de influenciar no sólo los partos programados sino también los nacimientos naturales”, explicó Becca Levy, directora del estudio publicado en la revista Social Science & Medicine y docente de epidemiología y psicología en la Escuela de Medicina de Yale.
La investigación confirma “que las mujeres no son sujetos pasivos en el momento del feliz acontecimiento sino que asumen un rol decisivo que puede facilitar el nacimiento o posponerlo”. “El simbolismo de las dos fechas es opuesto. El día de Hallowen se asocia a las brujas y a la muerte y se considera una fecha desfavorable para nacer. Al contrario, San Valentín, símbolo de las flores y del amor, se considera un día propicio”, agregó Levy.
Sobre el tema, también opinó Gilberto Corbellini, filósofo e historiador de medicina en la Universidad de Roma Sapienza.
“Hoy se dispone de una tecnología que permite, con un cierto margen de libertad, poder planificar y controlar el día de los nacimientos con partos programados pero la medicina está, desde siempre, estrictamente ligada con el medio ambiente y el contexto cultural y social. A tal punto, que puede influenciar la respuesta de los pacientes enfermos”, sostuvo. Según el filósofo, las representaciones culturales y los estereotipos “inciden sobre los nacimientos, sobre el estado de salud e incluso sobre la muerte”.
“Las fechas religiosas o paganas pueden, también, desarrollar el famoso ’efecto placebo’ facilitando el estado de relajación de las mujeres embarazadas o, al contrario, aumentando el nivel de estrés”, precisó.
Más allá de lo que indiquen las investigaciones, para Corbellini “no es de extrañar que la cultura influencie las preferencias y que las mujeres sean más afectas a preferir contextos mejores y un clima de festejo para traer al mundo a sus hijos”.