He leído que muchas personas coinciden con seguir llamando al nuevo aeropuerto, Mariscal Sucre. Ciertamente que este distinguido venezolano tiene muchos méritos dentro de la historia ecuatoriana, pero, dentro del conocimiento de historia que poseen los demás países del mundo, posiblemente es un ilustre desconocido. He preguntado a cientos de ciudadanos de varias partes del mundo y todos por lo menos saben de Atahualpa, es imposible que no se estudie dentro de la historia universal a tan importante señor, que se lo conoce como el último emperador inca.
Quienes llegamos a un aeropuerto en cualquier parte del mundo, vemos que cada país, resalta lo más importante de sus recursos naturales, tradiciones, cultural. Nuestros dirigentes siempre resaltan al extranjero, miremos un claro ejemplo, los bustos al inicio del monumento a la Mitad del Mundo, son erigidos a europeos.
En este caso, se resaltó a la Misión Geodésico Francesa, pero Catequilla, el resto arqueológico de mayor importancia para nuestro Ecuador, ya que se encuentra en la latitud 000, está listo para desplomarse por la explotación de las canteras de su alrededor y del desconocimiento de su existencia de la mayoría de ecuatorianos.
Si tan solo pudiéramos resaltar nuestra herencia amerindia, la cual no tiene comparación en el mundo para quienes la hemos estudiado y profundizado, esta sería una de las razones de visitar el Ecuador, ya que poseemos importantes legados incas y pre incas, construcciones y piezas arqueológicas que compartir con la ciencia.
Qué importante sería para el visitante extranjero, recalcar que el último emperador del imperio más grande de ese entonces, Atahualpa, es quiteño, su cuna, su nacimiento fue en el Reino de Quito. Como siempre, los tuertos dirigen a los ciegos y pronto, en vez de tener dos aeropuertos, tendremos tan solo uno, que esperamos funcione y que lleve un nombre trascendente e histórico.